Las 913 sanciones que nos han impuesto son crímenes de lesa humanidad, denuncia Venezuela

El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Carlos Faría Tortosa, habla en la Asamblea General.
ONU/Ariana Lindquist
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Carlos Faría Tortosa, habla en la Asamblea General.

Las 913 sanciones que nos han impuesto son crímenes de lesa humanidad, denuncia Venezuela

Paz y seguridad

Esas medidas unilaterales nos impiden vender y comprar lo que necesitamos para el desarrollo y bienestar de la población e implican sufrimiento y privaciones, dice el canciller venezolano y alerta de los intentos de desestabilización y asfixia política y económicamente que han afectado a su país.

Pocos saben que sobre Venezuela pesan 913 sanciones ilegales que le impiden a mi pueblo vender y comprar lo que produce y necesita para el desarrollo y goce de nuestra existencia individual y colectiva, dijo este sábado en la Asamblea General el ministro de Asuntos Exteriores de ese país.

Carlos Faría Tortosa leyó una “carta abierta a la humanidad” del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en la que denunció el castigo que implican dichas sanciones en la población.

“Se traducen en sufrimiento, privaciones y agresiones sistemáticas que coartan la vida y los derechos colectivos de mi país, por lo que no dudamos en denunciar estas medidas crueles como crímenes de lesa humanidad”, enfatizó Faría.

En voz de su canciller, el mandatario venezolano detalló que esas medidas han significado más de 150.000 millones de dólares en pérdidas en los últimos años y que durante el peor momento de la pandemia le imposibilitaron la adquisición de insumos médicos y vacunas.

Asimismo, acusó a Europa y Estados Unidos de robarle 31 toneladas de reservas de oro depositadas en el Banco de Inglaterra, cuyo valor llegaría a los 1300 millones de dólares.

Migración inducida

El ministro señaló que las sanciones han provocado una “migración inducida”, exacerbada con promesas falsas de algunas naciones. Ese éxodo masivo, continuó, ha generado titulares en los medios de los países hegemónico, estigmatizando y desacreditando a Venezuela.

“Pero lo que no dicen es que el 60% de esos migrantes han regresado voluntariamente al país huyendo de las condiciones de esclavitud y explotación, así como los malos tratos y la persecución de la que son objeto”, apuntó, destacando la política de repatriación del país.

Guerra de desestabilización

Por otra parte, Faría aseguró Venezuela es víctima de una guerra para desestabilizar su democracia y asfixiarla política y económicamente “por el simple hecho de desafiar en las postrimerías del siglo pasado al régimen de pensamiento único que se impuso al mundo bajo la máscara de la economía de mercado y la globalización neoliberal”.

“Un modelo que en nombre de la libertad se convirtió en la versión moderna de la colonización”, puntualizó.

Sin embargo, continuó, Venezuela no se ha rendido y ha construido su camino para consolidar la paz social, la recuperación económica y el fortalecimiento de la democracia.

En este sentido, el canciller resaltó la producción alimentaria de su país, que alcanza el 80% de lo que consume, y enfatizó su poderío energético.

Un nuevo mundo multipolar

Al abordar el entorno internacional, citó las crisis climática, sanitaria, económica, social y energética, así como “la crisis de verdad”.

Advirtió que el orden mundial se tambalea por “la crisis del modelo civilizatorio occidental”, al que calificó de “supremacista, imperialista”, unipolar, colonialista e intolerante porque no reconoce ningún sistema diferente.

Faría añadió, no obstante, que el Norte tendrá que abrirse a un nuevo mundo multipolar y libre de hegemonismos, aceptando el surgimiento de nuevos líderes y potencias como Rusia, China e India.

Con respecto a la guerra en Ucrania, abogó por la vía diplomática y del diálogo, recalcando que “la humanidad no sobrevivirá una tercera guerra mundial”.

Tras refutar las sanciones contra Rusia y la rusofobia, manifestó el apoyo venezolano a la propuesta de México de crear una comitiva internacional para facilitar el acercamiento entre Rusia y Ucrania que conlleve a una resolución pacífica al problema.