Una vacuna no deshará el daño que se extenderá los años por venir. Al tiempo que aumenta la pobreza extrema, se cierne sobre nosotros la amenaza de la hambruna. Estos impactos intergeneracionales no se deben sólo al COVID-19. Son el resultado de las fragilidades, desigualdades e injusticias que ha expuesto la pandemia. Ha llegado el momento de reajustar, asegura el titular de la ONU.