La coordinadora de Ayuda Humanitaria de la ONU, Valerie Amos, advirtió hoy que la dramática situación que se vive en Siria podría obligar a suspender algunas operaciones de asistencia a la población necesitada.
En una reunión del Consejo de Seguridad, Amos manifestó que la gente común está pagando el precio del fracaso de poner fin al conflicto y que las principales ciudades han quedado devastadas, así como escuelas, hospitales y otra infraestructura básica.
Agregó que cerca de siete millones de personas precisan ayuda, más de cuatro millones han tenido que abandonar sus hogares y más un millón han buscado refugio en países vecinos.
Explicó que algunos testimonios hablan de casas incendiadas con familias dentro o de gente bombardeada mientras esperaba recibir un pedazo de pan.
Detalló que más de tres millones de niños han sufrido las consecuencias del conflicto y han quedado traumatizados por los horrores de la guerra, en la que algunos menores han sido también asesinados, torturados o abusados.
La coordinadora de Ayuda Humanitaria aludió también a los ataques y problemas burocráticos que a diario obstaculizan las labores de las agencias de asistencia.
“Mientras que la situación humanitaria sobre el terreno se hace más desastrosa cada día, las limitaciones nos han forzado a estar cerca de suspender algunas operaciones humanitarias clave. Nos acercamos a un punto sin retorno. Los miembros de la comunidad internacional, y en particular los de este Consejo, deben unirse con urgencia a favor del pueblo sirio”, dijo Amos.
También señaló durante su intervención que hallar vías para reducir la violencia en ese país debe ser una prioridad del Consejo de Seguridad.