Myanmar: Consejo de Seguridad apoya misión de Gambari, pide que lo dejen entrar

Myanmar: Consejo de Seguridad apoya misión de Gambari, pide que lo dejen entrar

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El Consejo de Seguridad apoyó hoy el viaje inmediato al sureste asiático del enviado especial de la ONU, Ibrahim Gambari, con la misión de ejercer sus buenos oficios en la mediación de la crisis que atraviesa Myanmar.

En una declaración presidencial leída tras una sesión extraordinaria, el Consejo se refirió a la represión por las fuerzas públicas de los manifestantes pacíficos que han salido a las calles desde el mes pasado.

El embajador de Francia, Jean Maurice Ripert, presidente en turno del órgano de seguridad, expresó la preocupación unánime de sus integrantes y urgió mesura a las autoridades birmanas.

Gambari –que participó en la reunión y viajará esta noche a un país de la región– aún no cuenta con la autorización para entrar a Myanmar, por lo que el Consejo urgió al gobierno que otorgue esta venia y lo reciba lo más pronto posible.

Por su parte, el embajador de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, condenó los ataques a los manifestantes e instó a las autoridades de Myanmar a detenerlos para evitar una mayor escalada de tensión. Asimismo, pidió colocar al país en la vía de la democracia.

El embajador de China, Guangya Wang, dijo que su país, en calidad de vecino, está más interesado que nadie en la estabilización y la reconciliación nacional de Myanmar, pero consideró que en este momento no sería sano aplicar sanciones.

Según informaciones de prensa, al menos cinco personas murieron hoy, entre ellas dos monjes budistas, y cerca de cien resultaron heridas cuando el ejército cargó contra los manifestantes en Yangón.

Alrededor de 200 personas, incluidos unos 80 monjes, fueron golpeados, detenidos y trasladados en vehículos militares a centros de detención, declararon testigos a varios medios de comunicación locales.

Las manifestaciones comenzaron el 19 de agosto para protestar por una elevada alza al precio de los combustibles, y la consecuente inflación que generaron, y han ido creciendo luego de que el gobierno detuviera a más de 200 manifestantes.

La semana pasada, los monjes budistas del país se sumaron al movimiento y detonaron una nueva oleada de manifestaciones de la población en general en búsqueda de mayor libertad y mejoras sociales.