Alta Comisionada pide cautela al gobierno de Myanmar
En un comunicado, Arbour urgió a las autoridades de ese país a permitir la expresión pacífica de disidentes y a respetar las leyes de derechos humanos en su respuesta a las marchas pacíficas generalizadas.
La Alta Comisionada expresó profunda preocupación por el bienestar y la seguridad de los manifestantes, así como por los detenidos en las últimas semanas y por la líder de la oposición Aung San Suu Kyi.
Agregó que negar el goce de los derechos y libertades fundamentales puede constituir un delito penal para los individuos responsables.
Según informaciones de prensa, al menos cinco personas murieron hoy, entre ellas dos monjes budistas, y cerca de cien resultaron heridas cuando el ejército cargó contra los manifestantes en Yangón.
Alrededor de 200 personas, incluidos unos 80 monjes, fueron golpeados, detenidos y trasladados en vehículos militares a centros de detención, declararon testigos a varios medios de comunicación locales.
Las manifestaciones comenzaron el 19 de agosto para protestar por una elevada alza al precio de los combustibles, y la consecuente inflación que generaron, y han ido creciendo luego de que el gobierno detuviera a más de 200 manifestantes.
La semana pasada, los monjes budistas del país se sumaron al movimiento y detonaron una nueva oleada de manifestaciones de la población en general en búsqueda de mayor libertad y mejoras sociales.