ACNUR teme que empeore situación humanitaria por tensión política en Timor Leste

ACNUR teme que empeore situación humanitaria por tensión política en Timor Leste

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó hoy gran inquietud en vista de que la tensión política podría empeorar la situación humanitaria en Timor Leste.

Según el ACNUR, el enfrentamiento entre el presidente timorense, Xanana Gusmão, y el primer ministro, Mari Alkatiri, “podría desencadenar una nueva ola de violencia, lo que aumentaría la volatilidad de las condiciones de vida de la población”, recalcó Jennifer Pagonis, portavoz en Ginebra del organismo de la ONU.

El mandatario timorense pidió la renuncia de Alkatiri luego de que la televisión australiana reportara que el ex ministro del Interior de Timor Leste, Rogelio Lobato, armó por órdenes del primer ministro a un grupo de civiles para eliminar a sus rivales políticos.

Alkatiri negó esta información fehacientemente y declaró que no renunciará a su cargo, por lo que Gusmão amenazó ayer con dimitir si el primer ministro no lo hace.

El ACNUR subrayó la fragilidad del entorno político y social en Timor Leste y recordó que la población desplazada, que asciende a unas 150.000 personas, se niega a volver a sus casas –muchas de las cuales fueron destruidas– porque se siente más segura en los campamentos donde se ha alojado.

Dado este panorama, el ACNUR anunció que enviará 63 toneladas más de material de abrigo que llegará a Timor Leste la semana próxima.

En marzo pasado, el Ejército de Timor Leste expulsó a cerca de 600 militares que mantenían una huelga pidiendo mejoras laborales. El 28 de abril, los militares despedidos organizaron una manifestación que culminó cuando la policía les disparó para dispersarlos.

A partir de entonces, se desataron enfrentamientos, recrudecidos especialmente en mayo, entre las fuerzas del gobierno y los ex militares y sus seguidores, que dejaron al menos 37 muertos y más de cien heridos, por lo que los gobiernos de Australia, Portugal, Nueva Zelanda y Malasia, a solicitud de su contraparte timorense, desplegaron tropas para ayudar a estabilizar el país.