Timor Leste: ONU pide a presidente Gusmão no renunciar y llama a unidad nacional

Timor Leste: ONU pide a presidente Gusmão no renunciar y llama a unidad nacional

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El representante especial de la ONU para Timor Leste, Sukehiro Hasegawa, instó hoy al pueblo timorense a unirse tras la ola de violencia que ha sacudido al país desde fines de abril y pidió al presidente Xanana Gusmão que no renuncie, como ha advertido que hará si no se elimina la tensión en la cúpula del gobierno.

“La presencia continua del presidente Gusmão es indispensable para mantener la paz y la estabilidad de Timor Leste”, dijo Hasegawa.

El mandatario timorense pidió la renuncia del primer ministro Mari Alkatiri luego de que la televisión australiana reportara que el ex ministro del Interior de Timor Leste, Rogelio Lobato, armó por órdenes de Alkatiri a un grupo de civiles para eliminar a sus rivales políticos.

El primer ministro negó fehacientemente esta información y declaró que no renunciará a su cargo, por lo que Gusmão amenazó ayer con dimitir si el primer ministro no lo hace.

Gusmão agradeció el llamamiento del representante especial de la ONU a continuar en su puesto y se mostró honrado por haber recibido un telefonema del Secretario General, Kofi Annan, pero reiteró su firme intención de dimitir a menos que Alkatir se vaya del gobierno.

Por otra parte, Hasegawa transmitió por radio en cadena nacional un mensaje exhortando al pueblo de Timor Leste a cerrar filas ante los intentos de dividirlo con líneas étnicas o regionales. “Mantener la unidad nacional es imperativo”, enfatizó.

“Ustedes, pueblo timorense, deben defender la libertad e independencia que tanto les costó ganar”, apuntó. “Deben continuar su camino hacia una nación verdadera y no dejar a nadie los aparte de esa vía. La comunidad internacional está lista para asistir a Timor Leste en la tarea de restaurar la paz y la seguridad en el país”, añadió Hasegawa.

En marzo pasado, el Ejército de Timor Leste expulsó a cerca de 600 militares que mantenían una huelga pidiendo mejoras laborales. El 28 de abril, los militares despedidos organizaron una manifestación que culminó cuando la policía les disparó para dispersarlos.

A partir de entonces, se desataron enfrentamientos, recrudecidos especialmente en mayo, entre las fuerzas del gobierno y los ex militares y sus seguidores, que dejaron al menos 37 muertos, más de cien heridos, y unos 150.000 desplazados, por lo que los gobiernos de Australia, Portugal, Nueva Zelanda y Malasia, a solicitud de su contraparte timorense, desplegaron tropas para ayudar a estabilizar el país.