UNESCO devela directrices para proteger a estudiantes extranjeros en todo el mundo

UNESCO devela directrices para proteger a estudiantes extranjeros en todo el mundo

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La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) dieron hoy a conocer en París una serie de directrices destinadas a proteger a los estudiantes que cursan estudios en el extranjero contra la prestación de servicios de enseñanza superior de escasa calidad.

Las directrices constituyen una respuesta al crecimiento exponencial experimentado por la enseñanza superior, que ha sido impulsado por el número y la movilidad cada vez mayores de los estudiantes y profesores universitarios, así como por el correlativo aumento de la cantidad de proveedores de servicios en este nivel de educación.

Se estima que en los países miembros de la OCDE cursan sus estudios dos millones de estudiantes extranjeros, de los cuales 61% son oriundos de naciones que no pertenecen a esa organización. Según la UNESCO, de cada diez estudiantes que cursan sus estudios en el extranjero, cinco son asiáticos, tres europeos y uno africano. La mitad de ellos están matriculados en centros de enseñanza superior de Europa y 25% en Estados Unidos.

La gama de los proveedores de enseñanza superior también se ha ampliado de forma espectacular, desde las universidades e institutos de enseñanza superior tradicionales hasta las entidades virtuales especializadas en el aprendizaje por medios electrónicos, y desde las empresas privadas nacionales y firmas internacionales hasta las organizaciones emanadas de asociaciones entre organismos del sector público y grupos del sector privado. De acuerdo con la OCDE, el valor estimado del mercado de la enseñanza superior en sus Estados Miembros representa como mínimo una cifra de 40.000 millones de dólares anuales.

Este crecimiento vertiginoso está llamado a proseguir. Se estima que, hoy en día, hay más de 100 millones de estudiantes en los centros de enseñanza superior del mundo entero, y se prevé que antes de 2020 se alcanzará la cifra de 125 millones.

Las directrices de la UNESCO y la OCDE constituyen una respuesta a las preocupaciones que se han manifestado acerca de la calidad de la enseñanza ofrecida en este nuevo mercado de la educación superior. “La calidad es una cuestión importante”, dijo Peter Smith, subdirector general de Educación de la UNESCO.

Añadió que la Organización ha venido alentando desde mucho tiempo la internacionalización de la educación y la participación de toda una serie de copartícipes, “pero debemos proteger también a los estudiantes contra los recursos de aprendizaje inadecuados, las prestaciones de servicios de enseñanza de baja calidad, las fábricas de títulos y diplomas, y las instituciones falaces”.

Las directrices enumeran las responsabilidades que incumben a los proveedores de programas de enseñanza superior para estudiantes extranjeros en los siguientes ámbitos: ofrecer cursos de calidad comparable a los que se ofrecen a los estudiantes nacionales del país; impulsar el establecimiento de un sistema global de garantía de la calidad y de titulación; hacer hincapié en la necesidad de incrementar la transparencia en lo que atañe a la calidad -lo cual permitirá a los estudiantes adoptar decisiones con buen conocimiento de causa- y facilitar la convalidación de títulos; agrupar a las distintas partes interesadas y subrayar la necesidad de que colaboren; e invitar a las organizaciones estudiantiles a que participen activamente en la tarea de garantizar la calidad en las prestaciones de servicios educativos.