OIT y OMS elaboran directrices para evitar contagio del VIH-SIDA entre personal de salud

OIT y OMS elaboran directrices para evitar contagio del VIH-SIDA entre personal de salud

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Los expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reúnen durante tres días a partir de hoy para elaborar nuevas directrices que garanticen la seguridad de los trabajadores de salud que participan en la lucha mundial contra el VIH/SIDA.

En vista de que los servicios médicos afrontan retos sin precedentes debido a la pandemia, los trabajadores del sector salud en todo el mundo –unos 100 millones- que atienden a las personas con VIH/SIDA asumen una gran carga sicológica y física debido al exceso de trabajo, a la desesperación de ver morir a los pacientes, a la falta de provisiones suficientes de material de seguridad y de atención médica, y al riesgo de infectarse, explicaron los organismos de la ONU.

Las nuevas directrices estarán diseñadas para promover tanto la seguridad del personal de atención médica como la de los pacientes, así como para aumentar las oportunidades de brindar servicios, reducir las repercusiones del estigma y la discriminación y mejorar la confianza en el sector salud.

“Contar con directrices claras es una de las maneras más eficaces de reducir la transmisión del VIH y otros virus de transmisión sanguínea, y de mejorar la atención prestada a los pacientes”, señaló Susan Maybud, especialista en Servicios de Salud de la OIT.

Agregó que en los países del África subsahariana, más del 50% de las camas de los hospitales están ocupadas por personas con enfermedades relacionadas con el VIH, “lo cual constituye un enorme desafío para una fuerza de trabajo que, de por sí, está disminuyendo continuamente debido a sus tasas de enfermedad y muerte, a la deserción de este personal a causa de los bajos salarios y falta de incentivos, y a la migración”.

Los nuevos parámetros mundiales para los trabajadores del sector del VIH/SIDA constituyen un esfuerzo importante del sistema de las Naciones Unidas para responder a los retos que la epidemia supone para el desarrollo y el progreso social, ya que la enfermedad representa uno de los mayores obstáculos para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.