La geografía aumenta el valor de los alimentos
Los alimentos tienen características específicas dependiendo de donde se produzcan.
Según un estudio de la FAO y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, la indicación geográfica de los productos aumenta los beneficios económicos y permite el desarrollo social de las poblaciones donde se elaboran.
Las comunidades locales se encargan de producir y etiquetar sus productos, por lo que se convierten en los dirigentes de su propio avance. Además, las cualidades de estos alimentos hacen que los consumidores estén dispuestos a pagar más dinero por ellos.
Florence Tartanac, experta de la División de Nutrición y Sistemas Alimentarios de la FAO, lo explica de esta forma:
Las indicaciones geográficas ayudan a que los sistemas alimentarios sean más inclusivos, dado que los pequeños productores y todos los productores locales en general se encuentran en el centro del proceso. Juntos, estos actores desarrollan las especificaciones del producto y los métodos de producción en colaboración con las asociaciones. Y todos ellos se encargan de promover y proteger la etiqueta de indicación geográfica.
Los organismos trabajan juntos para apoyar a los productores y las autoridades locales en el desarrollo de estos alimentos en países como Montenegro, Serbia y Turquía. La FAO, por su parte, colabora con sus socios para promover productos con indicación de origen en países como Afganistán, Benín o Tailandia.
Un estudio conjunto de la Organización para la Alimentación y la Agricultura y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo destaca los beneficios del etiquetado con indicación geográfica, que impulsa la economía, fomenta el desarrollo sostenible de las comunidades rurales y estimula el diálogo entre los sectores público y privado.