Un millón de especies están en peligro de extinción, y la culpa es de todos

Un millón de especies están en peligro de extinción, y la culpa es de todos

 

Alrededor de un millón de especies de animales y plantas están ahora en peligro de extinción y muchas podrían desaparecer en tan solo décadas, lo que representa una amenaza de una dimensión sin precedentes en la historia de la humanidad, revela el adelanto de un histórico informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES) patrocinado por varias agencias de la ONU.

La tasa global de especies extintas ya es por lo menos de diez a cientos de veces mayor que la tasa promedio en los últimos 10 millones de años y se está acelerando. Un 75% de los ecosistemas terrestres y un 66% de los marinos ya están “gravemente alterados”. Más de un 85% de los humedales que existían en 1700 se han perdido.

¿Qué hemos hecho los humanos para que una de cuatro especies esté hoy en día amenazada? Más de 400 expertos en 50 países han clasificado, de mayor a menor, por primera vez los cinco impulsores directos del cambio en la naturaleza con mayor impacto en nuestro planeta hasta la fecha.

A nivel global, el cambio del uso de la tierra ha tenido el mayor impacto en los ecosistemas terrestres y de agua dulce.

Escuchamos a Sandra Díaz, una de las autoras del informe.

“Desde 1970 se ha producido más comida, energía y materiales que nunca antes en la historia, pero esto ha tenido un precio. El incremento de la producción y el desperdicio que produce acaba con las capacidades de la naturaleza para regular los procesos y a sí misma

Aunque el ritmo de la expansión agrícola varía de país a país, se han producido pérdidas de ecosistemas intactos principalmente en los trópicos, donde se encuentran los niveles más altos de biodiversidad en el planeta. En total se han sacrificado más de 100 millones de hectáreas de bosque tropical: en América Latina, por ejemplo, debido a la ganadería y en Asia Oriental, principalmente por el cultivo de aceite de palma, entre otros.

Los hábitats costeros, entre ellos estuarios y deltas críticos para la biota marina y los economías regionales han sido gravemente afectados por el desarrollo de las costas y la acuicultura en alta mar, entre otras razones, así como por la expansión urbana.

La segunda razón tiene que ver con la explotación directa de organismos.

La abundancia promedio de especies nativas en la mayoría de los principales hábitats terrestres ha disminuido en al menos un 20%, en su mayoría desde 1900. Al menos 680 especies de vertebrados fueron llevadas a la extinción desde el siglo XV, entre ellas la Tortuga Pinta Gigante de las islas Galápagos en 2012. Más del 9% de todas las razas domesticadas de mamíferos utilizados para la alimentación y la agricultura se extinguieron en 2016, con al menos 1000 razas más amenazadas.

 La población humana global ha aumentado de 3,7 a 7,6 billones desde 1970 de manera desigual en todos los países y regiones, lo que tiene importantes implicaciones para la degradación de la naturaleza.

La tercera es el cambio climático,

Según la evidencia observada, los efectos se están acelerando en los ecosistemas marinos, terrestres y de agua dulce y ya están afectando a la agricultura, la acuicultura, la pesca y las contribuciones de la naturaleza a las personas.

La mitad de los arrecifes de coral se ha perdido desde 1870, con una pérdida acelerada en las últimas décadas debido al calentamiento de los océanos. Casi la mitad, (el 47%) de los mamíferos terrestres amenazados, excluyendo los murciélagos y una cuarta parte (23%) de las aves en peligro de extinción habrían sido afectadas negativamente por el cambio climático.  

Grandes reducciones y extinciones locales de poblaciones de animales están generalizándose. Esto indica que muchas especies son incapaces de contrarrestar localmente al rápido ritmo del cambio climático, ya sea a través de procesos evolutivos o de comportamiento, y que su existencia dependerá de la medida en la que puedan migrar para encontrar condiciones climáticas adecuadas.

 

La cuarta es la contaminación.

La contaminación es la causa y la consecuencia transversal a todos los impulsores de la pérdida de biodiversidad. Aunque las tendencias globales son variadas, la polución del aire, el agua y el suelo ha seguido aumentando en algunas áreas.

La contaminación debida a los  plásticos se ha multiplicado por diez desde 1980, 300-400 millones de toneladas de metales pesados, solventes, lodos tóxicos y otros desechos de instalaciones industriales se descargan anualmente en las aguas del mundo, y los fertilizantes que ingresan a los ecosistemas costeros han producido más de 400 "zonas muertas" en los océanos, que representan un total de más de 245,000 km2, una superficie combinada mayor que todo el Reino Unido.

 

 

Y la quinta, las especies exóticas invasoras

 el aumento del transporte aéreo y marítimo, incluido el aumento triple de los viajes de países desarrollados y en desarrollo en particular, ha aumentado la contaminación y ha aumentado significativamente las especies exóticas invasoras.

Los registros acumulativos de especies exóticas han crecido en un 40 por ciento desde 1980, asociados con el aumento del comercio y la dinámica y las tendencias de la población humana.

 

Eduadrdo S. Brondizio es otro de los autores del informe-

El mensaje más importantedel informe  es que no podemos luchar contra el deterioro del medio ambiente apartados de el cambio climático y nuestras metas sociales. Todo está interconectado, y necesitamos nuevas políticas que miren esto de manera holística.

El informe, de 1800 páginas, asegura que esta tendencia se puede frenar, pero sólo “con cambios transformadores” en todos los aspectos de nuestras interacciones con la naturaleza.

Tras la adopción de este informe histórico, nadie podrá afirmar que no lo sabía", dijo la directora de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura durante la presentación del documento en París.

 “Ya no podemos seguir destruyendo la biodiversidad. Esta es nuestra responsabilidad hacia las generaciones futuras”, aseguró.

 

Robert Watson, es el antiguo presidente del IPBES.

“Necesitamos acciones, no metas sin acciones. Si nos planteamos metas y no hacemos nada, se pierde todo el significado”.

El Informe presenta una lista ilustrativa de posibles acciones y vías para detener la destrucción de la biodiversidad:

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Alrededor de un millón de especies de animales y plantas están ahora en peligro de extinción y muchas podrían desaparecer en tan solo décadas, lo que representa una amenaza de una dimensión sin precedentes en la historia de la humanidad, revela el adelanto de un histórico informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES) patrocinado por varias agencias de la ONU.

La tasa global de especies extintas ya es por lo menos de diez a cientos de veces mayor que la tasa promedio en los últimos 10 millones de años y se está acelerando. Un 75% de los ecosistemas terrestres y un 66% de los marinos ya están “gravemente alterados”. Más de un 85% de los humedales que existían en 1700 se han perdido.

¿Qué hemos hecho los humanos para que una de cuatro especies esté hoy en día amenazada? Más de 400 expertos en 50 países han clasificado, de mayor a menor, por primera vez los cinco impulsores directos del cambio en la naturaleza con mayor impacto en nuestro planeta hasta la fecha.

Audio Credit
Laura Quiñones
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4'55"
Photo Credit
Mariposas en México, uno de los países con mayor diversidad ecoloógica. Foto: Banco Mundial/Curt Carnemark