La Misión ONU-OPAQ para destruir las armas químicas en Siria concluyó su mandato

La coordinadora especial de la ONU-OPAQ para Siria, Sigrid Kaag   Foto archivo:OPAQ
La coordinadora especial de la ONU-OPAQ para Siria, Sigrid Kaag Foto archivo:OPAQ

La Misión ONU-OPAQ para destruir las armas químicas en Siria concluyó su mandato

La Misión Conjunta de la ONU y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), encargada de llevar a cabo la destrucción del arsenal de ese tipo de armas en Siria, ha concluido su mandato y puso fin a sus operaciones este 30 de septiembre.

En un comunicado, el director general de la OPAQ, Ahmet Üzümcü, elogió el papel desempeñado por la Misión Conjunta e indicó que esta ha sido vital para asegurar el éxito de los esfuerzos internacionales para eliminar ese tipo de armas de Siria.

Üzümcü destacó que es un ejemplo claro de lo que la cooperación entre organizaciones internacionales puede lograr en el campo del desarme.

El director general de la OPAQ agradeció la labor y el liderazgo de la coordinadora de la Misión, Sigrid Kaag, y también el trabajo del personal de la OPAQ y la ONU que participó en los operativos.

El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, por su parte, expresó profunda gratitud a la coordinadora de la Misión y al personal de Naciones Unidas y de la OPAQ que participaron en ella y que trabajaron a menudo en condiciones difíciles y peligrosas.

“La Misión conjunta ha realizado con éxito su trabajo durante los últimos doce meses bajo circunstancias extremadamente problemáticas y complejas”, señaló un comunicado, en el que Ban Ki-moon agradecó también la colaboración de un amplio número de paises y de organizaciones en esa labor.

Ban subrayó la necesidad de que el mundo se libre de las armas químicas y reiteró su llamado a los países que no lo han hecho aún a adherirse a la Convención sobre Armas Químicas

La Misión fue establecida el 16 de octubre de 2013 y su mandato deriva de una resolución del Consejo de Seguridad y del Consejo Ejecutivo de la OPAQ.

En un año se destruyeron, en aguas internacionales, 600 toneladas de agentes químicos provenientes de Siria. Entre los países que cooperaron para esas tareas figuran el Reino Unido, Estados Unidos, Finlandia y Alemania, además de China, Noruega, Italia y Dinamarca.