CEPAL derriba mitos sobre juventud latinoamericana

CEPAL derriba mitos sobre juventud latinoamericana

Los jóvenes de América Latina no son apáticos ni conservadores, sino que han redefinido “la política” y las maneras de ejercerla, alejándose de los tradicionales referentes de identidad y pertenencia, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

“Son innovadores en formas de participación; crecieron con el imaginario de la democracia y los derechos humanos y son la generación más sensible a la cuestión ambiental y a los reclamos históricos de minorías de distinto tipo. Pero no confían mucho en las instituciones política” afirma el documento, elaborado en conjunto con la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ).

Esta falta de confianza se expresa en que casi el 42% de los jóvenes dice que le da lo mismo el régimen de gobierno y que en algunas circunstancias estaría de acuerdo con un gobierno autoritario. En Brasil, Ecuador, Paraguay y Perú, más del 80% se siente insatisfecho con la democracia. La participación de los jóvenes en organizaciones políticas y sindicales en la región no alcanza siquiera el 10%, y además, votan mucho menos que los adultos, promediando una brecha de 13 puntos.

Pese a ello, el 81% de los jóvenes latinoamericanos dice identificarse con alguna posición política, aunque están redefiniendo lo que es “política” y adoptando vías menos convencionales para ejercerla.

Aunque casi el 60% de los jóvenes afirma que su país “es mejor que los otros”, la cifra cae estrepitosamente cuando se refieren a la igualdad de trato entre sus ciudadanos.

En cuanto a la identidad religiosa, el 86% de los jóvenes en la región dice identificarse con alguna de ellas, principalmente la católica (68%), evangélica y protestante (18%). Sin embargo, sólo el 43% se define como practicante.

Según la CEPAL, los jóvenes de hoy no son menos rebeldes que las generaciones anteriores, sino que están creando nuevos referentes e inventando sus propios modos de participar en lo público, reorientándose hacia espacios de la sociedad civil: grupos de encuentro, foros sociales, iniciativas comunitarias, movimientos locales juveniles, voluntariado juvenil, tribus urbanas y alianzas entre jóvenes, ecologistas e indigenistas, entre otras.