Los jóvenes a la ONU: Escúchennos. Inviertan en nosotros. Trabajen con nosotros
Las muertes relacionadas con conflictos se han disparado al nivel más alto desde hace 30 años. Los jóvenes tienen que tomar sus propias decisiones.
Las muertes relacionadas con conflictos se han disparado al nivel más alto desde hace 30 años. Los jóvenes tienen que tomar sus propias decisiones.
Todos crecimos con la mentalidad de que el diamante era la única solución, pero no es así, dicen los jóvenes del distrito de Kono, que han optado por la agricultura sostenible y trabajan restaurando y cultivando la tierra.
Casi el 85 % de la juventud mundial reside en países de ingresos bajos y países de ingresos medianos bajos, donde los sistemas agroalimentarios son fundamentales para los medios de vida. Es esta generación la que deberá aumentar la producción de alimentos, sustituir a una fuerza de trabajo que está envejeciendo y adaptarse a fenómenos climáticos extremos.
“En esta época en que las posibilidades de conectarse son infinitas, cada vez más personas se encuentran aisladas y solas”, dice el director general de la Organización Mundial de la Salud. Aunque la soledad afecta a personas de todas las edades, los jóvenes y las personas en países de renta baja y media son especialmente vulnerables.
Millones de jóvenes en el mundo quieren tener hijos, pero no lo hacen debido a factores entre los que destacan el alto costo de la vida y el incierto contexto geopolítico global. Los jóvenes latinoamericanos no son la excepción en esta nueva conciencia sobre el presente y el futuro, revela un informe de la agencia de población de la ONU.
António Guterres advierte sobre la fuerza que van cobrando el patriarcado y la misoginia e insta a plantarles cara y a proteger las garantías de las mujeres. “La igualdad de las mujeres es una cuestión de justicia”, asevera. En tanto, una joven mapuche asegura las voces de las mujeres y las niñas marcan la resistencia, la lucha y el futuro del mundo.
Los jóvenes en la región enfrentan tasas de desocupación tres veces superiores a las de los adultos, y la informalidad que afecta al 60% de los que trabajan. La brecha de género sigue presente tras la pandemia, cinco de cada siete jóvenes que no estudian ni trabajan de forma remunerada son mujeres. Es necesario un diálogo social.
La mayoría de los jóvenes, que representan el 50% de la población, están en países en vías de desarrollo, lo cual determina que hay una gran necesidad de acceso a la educación, al empleo y a los servicios de salud. Además, a pesar de la disminución de la tasa del desempleo juvenil, casi la mitad de las personas jóvenes lo hacen en condiciones de trabajo irregular, lo cual no solo representa un problema en el acceso al empleo, sino también en la calidad de este.
A través de sus historias, Elvira y Juan cuentan los obstáculos que enfrentaron para acceder a la educación. Hacen un llamado a los Estados y a la comunidad internacional a garantizar la educación de la niñez y juventud refugiada en el continente americano.
Desde plantar mil millones de árboles en Zimbabue, hasta desarrollar un juego de mesa sobre el cambio climático llamado Rescatando pingüinos en Costa Rica, un grupo de jóvenes ha sido reconocido por la ONU debido a su lucha contra la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía.