América Latina avanza desigualmente en lucha contra el hambre, advierte la FAO

América Latina avanza desigualmente en lucha contra el hambre, advierte la FAO

A pesar de los resultados positivos obtenidos en la lucha contra el hambre en muchas partes de América Latina y el Caribe, este progreso se distribuye de forma desigual, afirmó hoy el director general de la FAO, Jacques Diouf.

“En el conjunto de la región de América Latina y el Caribe, el número de víctimas del hambre descendió de 59 a 52 millones en el periodo 1990-92 y 2001-03, una reducción del 12%”, afirmó Diouf al intervenir en la 3ª Conferencia Nacional sobre Seguridad Alimentaria y Nutricional que tiene lugar en la ciudad de Fortaleza (Brasil).

Al tiempo que se han obtenido importantes resultados en América del Sur y el Caribe, el progreso no ha sido tan evidente en Centroamérica, en términos tanto de número como de proporción de víctimas del hambre y la malnutrición, según el titular de la FAO.

Diouf subrayó la participación del organismo de la ONU en el programa brasileño Hambre Cero desde que éste fue lanzado por el presidente Luis Inácio Lula Da Silva en 2003.

“La FAO ha aprendido lecciones muy importantes de esta experiencia en Brasil, lecciones que pueden ser aplicadas en otros países embarcados en la lucha contra el hambre”, dijo.

El responsable de la ONU indicó que el programa Hambre Cero ha despertado gran interés en Latinoamérica, fomentando el lanzamiento de programas similares en Nicaragua y Colombia, y de la “Iniciativa América Latina y el Caribe sin Hambre 2025”.

Para Diouf, todos estos esfuerzos conjuntos para alcanzar la seguridad alimentaria deben de tomar en cuenta otros problemas, en el especial el proceso de urbanización.

“En 1990 Latinoamérica era ya la región con el porcentaje más elevado de población urbana de los países en desarrollo, con el 72% de sus habitantes viviendo en ciudades”, recordó.

Entre otros desafíos a la seguridad alimentaria incluyó los devastadores efectos de algunas enfermedades y el acceso insuficiente por parte de la población rural pobre a la tierra y el agua, así como al crédito.