ACNUR reporta situación cada vez más crítica en noroeste de Colombia debido a grupos armados

Ante este panorama, el organismo de la ONU reiteró su llamamiento a todas las partes en conflicto a que honren los principios de las leyes humanitarias internacionales, respeten a la población civil y garanticen la seguridad de los trabajadores humanitarios.
Durante el fin de semana, cientos de personas de la comunidad afro-colombiana de Pogue buscaron refugio en el pueblo de Bellavista, donde se encuentra desde el viernes pasado un equipo del ACNUR.
“Mantendremos una presencia temporal mediante misiones regulares a la zona, lo que nos permitirá observar los acontecimientos y coordinar con las autoridades la distribución de asistencia humanitaria”, dijo Jennifer Pagonis, portavoz del ACNUR en Ginebra.
Advirtió que 4.000 indígenas de las comunidades de Embera y Wounaan, en los ríos de Cuia y Bojayá también se encuentran en grave riesgo de ser desplazados debido al alto nivel de inseguridad en la región.
Según testimonios de estas personas, los grupos armados han impuesto un bloqueo que obstruye la llegada a sus poblados de alimentos, medicinas y otros bienes básicos, por lo que 150 de sus habitantes viajaron a Bellavista recientemente para obtener estos productos, pero no han podido regresar.
La portavoz señaló que poblados del área sufren acoso e intimidación por parte de grupos que disparan al aire y los amenazan con matarlos y violar a las mujeres.
Las tensiones se han incrementado en los últimos meses entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los paramilitares Autodefensa Unida de Colombia (AUC) tras las informaciones de que el Ejército colombiano prepara una ofensiva.