El portavoz de ACNUR en Ginebra, Adrian Edwards, afirmó que a pesar de la fuerza de la tempestad no se reportan grandes daños en las comunidades de refugiados. Según pronósticos, las malas condiciones meteorológicas continuarán con nevadas intensas.

“Mientras más tiempo continúe el frio, más difícil se tornará la vida de estas personas. Las inundaciones ya son un problema en zonas bajas, y esperamos que también ocurran en zonas altas cuando comience a derretirse la nieve. Nuestros equipos y sus asociados hacen lo posible por reparar las casas de campañas dañadas y ofrecen suministros de emergencia”, dijo el portavoz.

Edwards expresó preocupación por las condiciones precarias de unos 1.700 asentamientos de refugiados sirios en Líbano. Se informa que la tormenta ha dañado un centenar de refugios en todo el país.