En una resolución adoptada por unanimidad, el órgano las instó a tomar todas las medidas necesarias para proteger a la población civil y atender sus necesidades básicas.

Reiteró que condena en los términos más enérgicos los ataques dirigidos específicamente contra civiles, así como los ataques indiscriminados o desproporcionados, y exigió que todas las partes pongan fin de inmediato a tales prácticas.

La resolución destacó que ataques como ésos y las infracciones sistemáticas y generalizadas del derecho internacional humanitario y las normas de derechos humanos en situaciones de conflicto pueden constituir una amenaza para la paz y la seguridad internacionales.

A este respecto, el Consejo reafirmó que está dispuesto a examinar esas situaciones y, cuando sea necesario, imponer las medidas que correspondan.

El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, destacó que es necesario reforzar el cumplimiento del derecho internacional por todas las partes involucradas en conflictos armados.

“Necesitamos mantener relaciones más regulares con grupos armados no estatales para asegurar que lo respeten y que tengamos acceso seguro a la población necesitada”, dijo Ban.

Agregó que los Estados miembros deben aceptar la necesidad fundamental de mantener esas relaciones.