Annan sentó el tono de la reunión al advertir sobre el peligro en que se encuentran las leyes fundamentales, ignoradas por quienes no respetan la vida de los inocentes, de los vulnerables, de los niños, de los prisioneros de guerra.

Mencionó entre otros ejemplos flagrantes, los civiles iraquíes masacrados a sangre fría, el abuso de prisioneros, la toma de rehenes de no combatientes y su asesinado en la forma más salvaje.

“Ninguna causa, ningún motivo de queja, aunque sea legítimo en sí mismo, puede justificar esos actos”, cuya persistencia refleja el fracaso colectivo al hacer respetar las leyes, subrayó el Secretario General.

Asimismo, sostuvo que “quienes buscan conferirse legitimidad deben personificarla y quienes invoquen las leyes internacionales deben someterse a ellas”.

Las leyes no pueden quedarse en mero concepto, sino que deben ponerse en práctica, enfatizó Annan.