Burundi acepta pedido de la ONU de establecer campamento seguro

Burundi acepta pedido de la ONU de establecer campamento seguro

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Después de la masacre de 150 congoleses refugiados en un campamento en Burundi, perpetrada el viernes pasado, el gobierno de ese país aceptó el pedido de la ONU de establecer un campamento seguro, lejos de la frontera con la República Democrática del Congo, reportó hoy la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

La autorización fue resultado de un llamamiento urgente de Ruud Lubbers, titular del ACNUR, quien se refirió al hecho como una “devastadora matanza de civiles inocentes”.

Por su parte, el alto comisionado adjunto de la división para África viajó hoy a Burundi para solicitar al gobierno que tome inmediatamente medidas de protección a los refugiados, que han huido de los enfrentamientos étnicos en su país.

El ACNUR reportó hoy que los cuerpos de muchas víctimas fueron decapitados y mutilados, mientras que otros fueron quemados hasta quedar irreconocibles.

La masacre tuvo lugar en Gatumba, en el kilómetro 30 de la carretera entre Bujumbura, capital de Burundi, y Uvira, poblado ubicado en la frontera con la República Democrática del Congo.

Según los testimonios recogidos por el ACNUR, un grupo de hombres armados con machetes, armas automáticas, granadas y antorchas irrumpió en el campamento mientras sonaban tambores y cantaban.

Además de los 150 muertos, 100 personas resultaron heridas, en tanto que una base militar cercana también fue atacada.

El ACNUR ha reubicado a 500 sobrevivientes en una escuela vecina y a otros 100 los transportó hasta Bujumbura.

El personal de la Alta Comisaría explicó que ha hecho todo lo posible por proteger a los refugiados, pero reconoció que no ha sido suficiente en una región donde los gobiernos tienen poco control sobre las milicias armadas extremistas.

Algunos trabajadores del ACNUR consideran que el ataque del viernes es una reminiscencia del genocidio de Rwanda –ocurrido hace diez años-, que dejó más de 800.000 muertos tutsis y hutus moderados a manos de hutus fanáticos.

Burundi también arrastra una historia de enfrentamientos fatales entre hutus y tutsis, por lo que en junio pasado las Naciones Unidas establecieron una misión de paz con la intención de asistir al país en la resolución del problema.