En un informe, el especialista en territorios palestinos ocupados subrayó que Israel hace un uso excesivo de la fuerza y viola los derechos humanos en nombre del antiterrorismo.

Aunque el relator reconoció el derecho del gobierno israelí a tomar medidas para prevenir los ataques suicidas y otras formas de terrorismo, consideró que la respuesta de Israel no sigue un principio de proporcionalidad.

Al referirse a la muralla de separación, Dugard apuntó: “El hecho que el muro vaya a incorporar a más de la mitad de los colonos de Cisjordania y Jerusalén Oriental indica que su objetivo es afianzar aún más la posición de los asentamientos.”

En este sentido, agregó, “la evidencia sugiere que Israel está determinado a crear situaciones que se sumen a la anexión de facto”.

Este tipo de anexión, continuó el relator, se conoce como conquista en el derecho internacional, y está prohibida por la Carta de las Naciones Unidas y la Cuarta Convención de Ginebra.

En el documento, Dugard pidió a la comunidad internacional que se niegue a reconocer el control israelí del territorio palestino anexado con la construcción del muro.

La muralla amenaza con interrumpir el libre tránsito de unos 210.000 palestinos hacia sus centros de trabajo, escuelas, hospitales y granjas.