Un nuevo ataque a una escuela de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) ha causado decena de muertos, entre ellos muchas mujeres y niños, dentro de la campaña de bombardeos sistemáticos que Israel lleva a cabo desde el 7 octubre.

El ataque ha levantado un clamor de rechazo por parte de las agencias humanitarias de la ONU que vuelven a pedir por enésima vez un alto el fuego humanatario.

“Recibimos horribles imágenes de decenas de personas muertas y heridas en otra escuela que alberga a miles de desplazados en el norte de Gaza”, ha asegurado el responsable de la UNRWA en un tuit. Las imágenes que se reciben a través de vídeos en las redes sociales son escalofriantes.

“Estos ataques no pueden convertirse en algo habitual, deben parar. Un alto el fuego humanitario no puede esperar más”, dijo Philippe Lazzarini.

Alto el fuego inmediato

La directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Catherine Russell, se unió al llamado de Lazzarini en otro tuit asegurando: “Estamos viendo imágenes espeluznantes de niños y civiles asesinados en Gaza -una vez más- mientras se refugian en una escuela que siempre debe estar protegida. La carnicería debe terminar. El sufrimiento debe terminar. Esta pesadilla para los niños debe terminar ¡YA!”.

A ellos se unió también la representante de UNICEF en la región, quien en otro tuit dijo que “las escenas de carnicería y muerte tras los ataques contra las escuelas de Alfakhoura y Tal Al Zaatar en Gaza, en los que murieron muchos niños y mujeres, son horribles y espantosas”. 

Los niños no son un objetivo

AdeleKhodr coincidió con Lazzarini y Russell en su petición de que acaben estos ataques: “Estos horribles ataques deben cesar inmediatamente. Los niños, las escuelas y los refugios no son un objetivo. Es necesario un alto el fuego inmediato”.

Por su parte, el responsable de la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria de la ONU, Marting Griffiths, dijo también en la plataforma X (antiguo Twitter): “los refugios son un lugar para la seguridad. Las escuelas son un lugar para aprender (…) Los civiles no pueden ni deben seguir soportando esto. La humanidad debe prevalecer”.

El 7 de octubre, Hamás lanzó una ataque con cohetes contra Israel en el que causó la muerte de 1200 personas, además del secuestro de otras más de 200, que continúan en cautiverio, en una incursión por tierra. Desde entonces, Israel ha bombardeado con decenas de miles de misiles la Franja de Gaza causando más de 11.000 muertos, en su mayoría mujeres y niños, hasta el 11 de noviembre, fecha en que se ha detenido su recuento ante la imposibilidad de hacerlo. Hasta esta última fecha también se registraron más de 1500 desaparecidos y más de 27.000 heridos.

En una intervención ante la Asamblea General de la ONU para explicar la situación humanitaria en Gaza el director general de la Organización Mundial de la Salud dijo ayer que los ataques de Hamás contra Israel fueron totalmente injustificables.   

“Pero con cada bomba que mata o mutila a un niño en Gaza; con cada familia enterrada bajo los escombros de su casa; la escala de la respuesta de Israel parece cada vez más injustificable", aseguró el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Tedros añadió que las Naciones Unidas “fueron establecidas para fomentar la paz en nuestro mundo” y dirigiéndose a la comunidad internacional agregó: “Si ustedes (…) no quieren o no pueden detener este derramamiento de sangre, debemos preguntarnos, ¿para qué sirven?”.

Entrada de combustible

Israel también ha sometido a la Franja de Gaza a un asedio por tierra, mar y aire, impidiendo la entrada de combustible, lo que ha llevado a paralización de muchos hospitales, el suministro de agua y operaciones humanitarias vitales.

“Sentimos que morimos cien veces al día”, dijo una mujer palestina días atrás cuando intentaba conseguir algo de pan en las interminables colas antes las panaderías.

“Hoy, tras largas semanas de retraso, las autoridades israelíes aprobaron sólo la mitad de las necesidades mínimas diarias de combustible para las operaciones humanitarias en Gaza”, anunció Lazzarini en un tuit.

"Esto dista mucho de ser suficiente para cubrir las necesidades de las plantas desalinizadoras, las bombas de aguas residuales, los hospitales, las bombas de agua de los refugios, los camiones de ayuda, las ambulancias, las panaderías y las redes de comunicaciones para que funcionen sin interrupción. No se debe restringir el combustible para estas actividades”, explica la UNRWA en un comunicado.

Para qué sirve el combustible

Sin la cantidad total de combustible:

• la población sólo dispondrá de dos tercios de sus necesidades diarias de agua potable limpia
• grandes zonas de Gaza seguirán inundadas de aguas residuales, lo que aumentará el riesgo de enfermedades
• no se eliminará el 70% de los residuos sólidos, lo que supone un grave peligro para la salud
• habrá un número reducido de camiones de ayuda que cruzan diariamente a Rafah

“Las organizaciones humanitarias no deberían verse obligadas a tomar decisiones difíciles entre actividades que compiten por salvar vidas. Es probable que aumenten las tensiones comunitarias en una sociedad antaño muy unida, lo que dificultará aún más la actuación de la UNRWA y otras organizaciones en un entorno de crisis humanitaria sin precedentes”, asegura la agencia de la ONU. 

Los responsables de la UNRWA solicitan “una entrega adecuada, regular e incondicional de combustible para mantener todas nuestras actividades críticas para salvar vidas en la Franja de Gaza”.

"La ayuda humanitaria no puede estar condicionada y no debe utilizarse con fines políticos o militares", concluye la agencia.