Los países ricos violan los derechos humanos al no renunciar a los derechos de la vacuna contra el COVID-19

Una niña de dos años recibe la vacuna contra la gripe en un dispensario móvil de Loreto, Perú.
© UNICEF/U.S. CDC/Florence Gou
Una niña de dos años recibe la vacuna contra la gripe en un dispensario móvil de Loreto, Perú.

Los países ricos violan los derechos humanos al no renunciar a los derechos de la vacuna contra el COVID-19

Salud

Alemania, Suiza, el Reino Unido, Irlanda del Norte, los Estados Unidos de América y otros países del norte global están cometiendo discriminación, señala un comité de derechos humanos, que pide renuncien a los derechos de propiedad intelectual de las vacunas para acabar con la desigualdad.

El Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) ha pedido hoy a los Estados del llamado Norte global, en particular Alemania, Suiza, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América, que renuncien a los derechos de propiedad intelectual sobre las protecciones, vacunas, tratamientos o tecnologías sanitarias contra la pandemia COVID-19 para respetar plenamente los derechos humanos.

En una decisión adoptada ayer en el marco de sus procedimientos de alerta temprana y acción urgente, el Comité expresó su preocupación por el hecho de que el COVID-19 sigue siendoun grave problema de salud pública con efectos negativos devastadores que están recayendo de forma desproporcionada en personas y grupos vulnerables a la discriminación racial, en particular las personas de ascendencia africana o asiática, las minorías étnicas, las comunidades romaníes y los pueblos indígenas.

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, solo el 32% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de refuerzo o adicional de la vacuna. Sin embargo, en países en desarrollo como Gabón, Papúa Nueva Guinea, Burundi y Madagascar, la proporción es inferior al 1%.

Imagen digital de partículas del coronavirus que causa el COVID-19.
NIH
Imagen digital de partículas del coronavirus que causa el COVID-19.

Patentes y desigualdad

"Los actuales problemas de desigualdadpueden mitigarse significativamente compartiendo el acceso a los derechos de propiedad intelectual de las patentes de vacunas, tratamientos y tecnologías relacionadas que preservan la vida, y que actualmente están reservados a unos pocos países del Norte global", afirmó el Comité.

El Comité subrayó que la persistente negativa a aceptar una exención del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Acuerdo sobre los ADPIC) suscita preocupación en relación con las obligaciones de los Estados parte en virtud de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y la obligación de garantizar la no discriminación.

El Comité insta a los Estados Parte a dar prioridad a los problemas de derechos humanos y a incorporar garantías estrictas de derechos humanos, incluido un mecanismo que comprometa a los gobiernos a suspender los derechos de propiedad intelectual en una crisis sanitaria. Ese mecanismo debería estar recogido en el proyecto de acuerdo sobre prevención, preparación y respuesta ante pandemias que se está negociando actualmente en la Organización Mundial de la Salud.

También pide a los Estados Parte del Norte global que proporcionen recursos para que los Estados más pobres puedan satisfacer las capacidades médicas básicas que ahora se espera que tengan en virtud del Reglamento Sanitario Internacional y para que las vacunas, los medicamentos pertinentes y otros equipos y suministros necesarios estén a disposición de todos".

Los procedimientos de alerta temprana y acción urgente del Comité, en virtud de la Convención, tienen como objetivo principal examinar las situaciones que podrían degenerar en conflictos, con el fin de tomar las medidas preventivas adecuadas para evitar violaciones de los derechos humanos a gran escala.

La decisión del Comité cuenta con el apoyo de la relatora especial de las Naciones Unidas sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, Ashwini K.P.

*Los relatores especiales reciben del Consejo de Derechos Humanos de la ONU el mandato de supervisar e informar sobre cuestiones temáticas o situaciones nacionales específicas, y trabajan de forma voluntaria. Desempeñan su labor a título individual, no forman parte del personal de la ONU y no reciben un salario.