Llaman a la calma tras el estallido de violencia en la República Centroafricana

Una fotografía de Bangui, la capital de la República Centroafricana.
Noticias ONU / Albán Mendes de León
Una fotografía de Bangui, la capital de la República Centroafricana.

Llaman a la calma tras el estallido de violencia en la República Centroafricana

Paz y seguridad

La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana solicitó calma a la población tras los brotes de violencia sucedidos este martes en Bangui, la capital del país.

Según las informaciones proporcionadas por la Misión, ayer por la mañana se produjeron intensos intercambios de fuego en el barrio de Fátima, entre las fuerzas de seguridad locales y elementos armados de un grupo criminal conocido como "La Fuerza".

Los integrantes de esta banda "supuestamente abrieron fuego tras el arresto de uno de sus miembros por parte de las fuerzas de seguridad centroafricana", indicó MINUSCA a través de un comunicado de prensa.

El portavoz de la Misión, Vladimir Monteiro, destacó el envío inmediato de una patrulla para incrementar la respuesta de las fuerzas locales.

“Después del incidente registramos algunas protestas en la ciudad cuyo objetivo eran civiles inocentes y también personal de la MINUSCA. En coordinación con las fuerzas locales, la Misión desplegó patrullas a las zonas conflictivas para asegurar que las bandas criminales no cometieran nuevos ataques contra vecindarios”, dijo.

También señaló que la situación en la capital este miércoles era “tranquila en relación con los sucesos de ayer”.

El portavoz de la Naciones Unidas Farhan Haq destacó que en un ataque posterior, dos oficiales del Estado Mayor de MINUSCA resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, después de que una multitud les arrojara piedras.

La Misión condenó los ataques contra civiles y edificios religiosos, en referencia al asalto a la iglesia Nuestra Señora de Fátima.

Asimismo, exhortó a la población de la capital, y del país en general, a evitar cualquier escalada de violencia por motivos religiosos.

También denunció los violentos ataques contra el personal y los vehículos de las Naciones Unidas en varios barrios de Bangui. A su vez, recordó que esos actos pueden constituir un delito y sólo sirven para desestabilizar el país y sus instituciones.

António Guterres se suma a la condena

El Secretario General de las Naciones Unidas igualmente condenó la violencia en Bangui, hizo un llamado a la calma e instó a las autoridades a investigar los continuos ataques y llevar a los responsables ante la justicia con la máxima celeridad.

António Guterres señaló que los violentos sucesos del 1 de mayo ocasionaron 22 muertos y más de cien heridos.

El titular de la ONU expresó su preocupación por el discurso incendiario que prevalece en el país y recordó que no hay lugar para la incitación a la violencia o el discurso del odio.

Finalmente manifestó su apoyo a la labor del Gobierno y de la Misión en la nación africana en su tarea de proteger a los civiles y estabilizar el país.

Desde el año 2013, la República Centroafricana se enfrenta a combates interreligiosos entre los rebeldes Seleka, predominantemente musulmanes que tomaron el control de la capital ese año, y las milicias cristianas denominadas anti-Balaka. Los enfrentamientos entre ambas bandas están causando sucesivas muerte de civiles.