Sudán: Las condiciones humanitarias llegan a un punto crítico

Antes de la actual crisis, 16 millones de personas dependían ya de la ayuda humanitaria en Sudán. (Foto de archivo)
© ACNUR/Suzette Fleur Ngontoog
Antes de la actual crisis, 16 millones de personas dependían ya de la ayuda humanitaria en Sudán. (Foto de archivo)

Sudán: Las condiciones humanitarias llegan a un punto crítico

Ayuda humanitaria

Los bienes vitales escasean en los centros urbanos más afectados tras dos semanas de violencia. Las familias luchan para acceder al agua, alimentos, combustible y otros insumos básicos. La ONU reporta saqueo de sus oficinas y almacenes mientras busca formas de llevar al país suministros urgentes.

La situación humanitaria en Sudán ha llegado a un punto crítico a dos semanas de haber estallado las hostilidades entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas Rápidas de Apoyo, advirtió este domingo el jefe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA).

En un comunicado, Martin Griffiths -quien viajará en las próximas horas a Sudán y a la región-, explicó que los bienes esenciales para la supervivencia de la población escasean en los centros urbanos más afectados, sobre todo en Jartum, mientras que las familias luchan por acceder al agua, los alimentos, el combustible y otros productos básicos.

Además, detalló que el costo del transporte fuera de las áreas más afectadas ha aumentado exponencialmente, dejando a los más pobres y vulnerables sin poder trasladarse a zonas más seguras.

El coordinador humanitario de la ONU agregó que el acceso a la atención médica de urgencia, incluso para los heridos en la violencia, es muy limitado y que esto aumenta el riesgo de que aumenten las muertes prevenibles.

Con respecto a la salud mental, especialmente para niños y jóvenes, afirmó que es incosteable.

Saqueos a instalaciones de la ONU

Además, Griffiths señaló que las oficinas y almacenes de la ONU y las organizaciones humanitarias han sido saqueados repetidamente, agotando la mayor parte de sus reservas.

En este contexto, afirmó que las Naciones Unidas y sus socios hacen todo lo posible para reiniciar la respuesta humanitaria en el país, estudiando formas urgentes de llevar y distribuir suministros esenciales.

Antes de que empezara esta crisis, en Sudán ya había 16 millones de personas (un tercio de la población del país) que dependían de la ayuda humanitaria.

Griffiths detalló que la Organización ha recibido cinco contenedores de líquidos intravenosos y otros bienes de emergencia en Puerto Sudán, donde se encuentran atracados en espera del permiso de las autoridades para su reparto en los lugares que se precisan.

Equipos de la OIM asisten a refugiados sudaneses en la frontera entre Sudán y Chad. (Foto de archivo)
OIM 2023
Equipos de la OIM asisten a refugiados sudaneses en la frontera entre Sudán y Chad. (Foto de archivo)

ACNUR apoya a los países de acogida

Los organismos en el terreno han reportado que decenas de miles de personas han huido de Sudán hacia la República Centroafricana, Chad, Egipto, Etiopía, Libia y Sudán del Sur, donde buscan refugio seguro a menudo entre comunidades de por sí vulnerables.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) trabaja con los gobiernos anfitriones y apoya a los socios locales para tratar de satisfacer las necesidades inmediatas de quienes huyen y llegan en situación deplorable y con urgencia de atención de diferente tipo.

El jefe de OCHA dijo que por pedido del Secretario General António Guterres, está por salir hacia la región “para explorar cómo brindar alivio inmediato a los millones de personas cuyas vidas han cambiado de la noche a la mañana”.

La solución es detener la violencia

“La escala y la velocidad de lo que está pasando en Sudán no tiene precedentes. Estamos extremadamente preocupados por el impacto inmediato y a largo plazo en todas las personas en Sudán y en la región en general”, apuntó, citando a Guterres.

Pero independientemente de la ayuda que se pueda lograr, la solución obvia a esta crisis es detener los enfrentamientos, recalcó.

Mi mensaje a las partes es inequívoco: protejan a los civiles y la infraestructura civil. Garanticen el paso seguro de los civiles que huyen de las zonas de hostilidades. Respeten a los trabajadores, instalaciones y bienes humanitarios. Faciliten las operaciones de socorro. Respeten al personal, el transporte y las instalaciones médicas y dejen de usarlos como escudos”, concluyó Maritin Griffiths.