Jefe de ayuda humanitaria de la ONU: Hay que evitar que se pierda toda una generación en Siria

El jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, visita el centro de transporte humanitario cerca del cruce fronterizo de Bab al-Hawa entre Siria y Turquía.
OCHA
El jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, visita el centro de transporte humanitario cerca del cruce fronterizo de Bab al-Hawa entre Siria y Turquía.

Jefe de ayuda humanitaria de la ONU: Hay que evitar que se pierda toda una generación en Siria

Ayuda humanitaria

El secretario general adjunto de asuntos humanitarios de la ONU destacó este sábado que, de conseguirse “un mayor acceso y financiación”, las Naciones Unidas podrían “hacer más” para ayudar al creciente número de personas que necesitan asistencia en Siria.

Tras una visita de siete de días al país árabe, Líbano y Turquía, Martin Griffiths señaló que “las organizaciones humanitarias y los donantes deben mantener a Siria como una prioridad en su agenda común para evitar que se pierda toda una generación".

Unos 13,4 millones de sirios necesitan ayuda dentro del país, pero la ONU y sus socios solo han recibido hasta el momento el 27% de toda la financiación requerida en el Plan de Respuesta Humanitaria para Siria 2021, que intenta recaudar 4200 millones de dólares.

Asimismo, el Plan Regional para los Refugiados y la Resiliencia, que busca ayudar a más de 5,5 millones de refugiados sirios en sus comunidades de acogida en Egipto, Iraq, Jordania, Líbano y Turquía, únicamente ha logrado conseguir el 19% de los 5800 millones de dólares que precisa.

Los sirios piden garantías para acceder a los servicios básicos

Durante su primera visita oficial desde que asumió su cargo, Griffiths se reunió en Damasco con altos funcionarios gubernamentales sirios, diplomáticos y organizaciones humanitarias. Durante sus reuniones con el ministro y el viceministro de Asuntos Exteriores destacó la necesidad de ampliar el acceso humanitario, proteger a los civiles y ayudar a los sirios a vislumbrar un futuro.

Posteriormente, se trasladó a la ciudad de Alepo donde visitó una serie de proyectos apoyados por el Fondo Humanitario para Siria y pudo hablar sobre los profundos efectos de los más de diez años de conflicto con mujeres, hombres y niños sirios.

"Todos manifestaron que querían sentirse seguros, pero en concreto pedían acceso a los servicios básicos: atención sanitaria, agua, electricidad y combustible para calentarse en invierno. Los niños quieren aprender, y los jóvenes quieren trabajar. Quieren apoyo para forjar su propio camino digno hacia un futuro mejor", destacó.

Líbano: Dotación de 4 millones de dólares para incrementar el suministro de combustible 

En Beirut, Griffiths habló de la situación en Siria con donantes, y se reunió con el viceprimer ministro libanés para hablar de las crecientes necesidades del país, en especial la grave falta de combustible que amenaza la disponibilidad de atención sanitaria y el suministro de agua potable.

El secretario general adjunto anunció una asignación de 4 millones de dólares provenientes del Fondo Central de Respuesta a las Emergencias que servirá para apoyar un mayor abastecimiento de combustible con el fin de garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales.

Inspección de las operaciones transfronterizas entre Turquía y Siria

Durante el último tramo de su visita, Griffiths viajó a la capital de Turquía, Ankara, donde mantuvo contactos con el portavoz a la presidencia y con el viceministro de Asuntos Exteriores turco.

El Coordinador del Socorro de emergencia agradeció la generosidad del pueblo turco y de su Gobierno a la hora de acoger a los refugiados sirios y de facilitar las operaciones humanitarias transfronterizas.

A continuación, viajó a la provincia de Hatay, donde visitó el centro de transporte humanitario y supervisó las operaciones transfronterizas de la ONU en Siria.

El centro, ubicado en la frontera entre Turquía y Siria, envía unos 1000 camiones al mes con alimentos, medicinas y otras ayudas vitales a millones de personas aisladas por las hostilidades y con necesidades desesperadas.

 

Griffiths finalizó su misión en la ciudad Gaziantep, donde se entrevistó con  agencias de la ONU, oenegés nacionales e internacionales, refugiados sirios que viven en Turquía y con miembros de la comunidad turca de acogida.