Tras más de una década de conflicto, “un lento tsunami se abate sobre Siria”

Niños en un campamento en el desierto en el sur rural de la provincia de Homs, en Siria.
UNICEF/Abdulaziz Al-Droubi
Niños en un campamento en el desierto en el sur rural de la provincia de Homs, en Siria.

Tras más de una década de conflicto, “un lento tsunami se abate sobre Siria”

Paz y seguridad

La vida cotidiana de los sirios continúa deteriorándose tras diez años de conflicto, agravados por la pandemia, las repercusiones de la crisis en el Líbano y otros factores. La ONU alerta de que tanto el gobierno sirio como otras autoridades de facto no sean capaces de proporcionar servicios básicos y ayudas para la adquisición de productos básicos.

El enviado especial de la ONU para Siria Geir O. Pedersen advirtió este miércoles a los miembros del Consejo de Seguridad que tras una década de conflicto en Siria y con más de ocho de cada diez personas viviendo en condiciones de pobreza se prevé un empeoramiento de estas condiciones.

“Una tormenta perfecta de factores -el impacto de una década de conflicto, las condiciones económicas mundiales causadas por la pandemia, los efectos indirectos de la crisis del Líbano, factores internos como las batallas económicas, la corrupción, la mala gestión y factores y medidas externos- están provocando un lento tsunami que se abate sobre Siria.”, alertó Pedersen.

El diplomático noruego indicó que con el aumento de la inflación y la falta de pan y de combustible es de prever que tanto el gobierno sirio como otras autoridades de facto “sean cada vez más incapaces de proporcionar servicios básicos y ayudas para la adquisición de productos básicos.”

Pedersen calificó los últimos diez meses como los más tranquilos dentro de la evolución del conflicto, pero advirtió que es “una calma frágil” y que puede “romperse en cualquier momento” como quedó demostrado cuando en diciembre se produjo una escalada de la violencia en el noreste del país.

Sin elecciones en un futuro inmediato

El mensaje que le transmitieron al enviado los miembros de la sociedad civil a finales de diciembre fue claro: el proceso político no ha producido todavía cambios reales en las vidas de los sirios, ni ha logrado una verdadera visión de futuro, ni se han tomado medidas para generar confianza en la población.

Entre estas figuran lograr un acceso humanitario completo y sin obstáculos en el país, avanzar en relación con las personas detenidas, secuestradas y desaparecidas, conseguir un cese al fuego de alcance nacional y la implementación de medidas para crear un entorno seguro, tranquilo y neutral junto a medidas externas e internas para hacer frente a la crisis socioeconómica.

Añadió que las elecciones, que se celebrarán en virtud de una nueva constitución bajo la supervisión de la ONU, tal y como prevé la resolución 2254 del Consejo de Seguridad, “parecen estar muy lejanas”.

“Es evidente que ningún actor o grupo de actores puede imponer su voluntad a Siria ni resolver el conflicto. Deben trabajar juntos. Sí, el proceso debe estar dirigido y controlado por los sirios.”, pero advirtió que, con la internalización del conflicto, con la presencia de cinco ejércitos extranjeros activos en Siria, “no podemos pretender que las soluciones estén sólo en manos de los sirios, o que las Naciones Unidas puedan hacerlo solas”. 

Para lograrlo, indicó la necesidad de contar con “una diplomacia internacional más seria y cooperativa” que debería ser posible ya que, pese a las diferencias, “los estados clave están comprometidos con la resolución 2254 y tienen intereses comunes” como la estabilidad y lucha contra el terrorismo, ente otros.

Finalmente, anunció que el quinto período de sesiones del órgano menor del Comité Constitucional para Siria se reunirá en Ginebra del 25 al 29 de enero, si lo permite la pandemia del coronavirus.

Aumenta el trabajo infantil

El secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, ahondó en el mensaje inicial de Pedersen y explicó que el valor de la divisa siria ha disminuido drásticamente desde el primero de enero y los precios de los alimentos están en su máximo histórico.

“Como resultado de la disminución del poder adquisitivo, más del 80% de los hogares declaran que dependen de mecanismos negativos para hacer frente a la situación para poder comprar alimentos. Tal vez lo más preocupante es la creciente dependencia del trabajo infantil. Una familia de cada diez dice depender de sus hijos para contribuir a los ingresos familiares”, advirtió.

Alertó que la crisis económica se ve agravada por la COVID-19 y que Siria puede estar sufriendo una nueva ola de casos de coronavirus.

Con relación a la protección de civiles destacó que desde inicios de año fallecieron al menos trece niños y que unos catorce más resultaron heridos.