Los líderes religiosos tienen un destacado papel para acabar con la polarización

El Secrtario General António Guterres duranmte su discurso en la mezquita de al-Azhar en El Cairo, la capital de Egipto.
Naciones Unidas
El Secrtario General António Guterres duranmte su discurso en la mezquita de al-Azhar en El Cairo, la capital de Egipto.

Los líderes religiosos tienen un destacado papel para acabar con la polarización

Derechos humanos

Ante la ola de islamofobia, antisemitismo y racismo que se extiende por el mundo, el titular de la ONU cree que los líderes religiosos pueden reparar las fisuras que crea el discurso del odio y recuerda que todas las religiones están de acuerdo en que Dios prohíbe matar.

En una época como la actual donde nos enfrentamos a múltiples crisis y divisiones ha de prevalecer la unión y la protección mutua, destacó este martes el Secretario General de las Naciones Unidas durante su encuentro con el Gran Imán Ahmed el-Tayeb, en la mezquita de al-Azhar situada en El Cairo, la capital de Egipto.

Sin embargo, António Guterres percibe un aumento constante de la islamofobia, el antisemitismo, el racismo y la xenofobia a nivel global, junto a la implantación de una cultura dominante del discurso del odio que se extiende “como un reguero de pólvora”, especialmente a través de las redes sociales y los medios de comunicación.

Esta corriente, añadió, se expande tanto en democracias progresistas como en Estados autoritarios amenazando los valores democráticos, la estabilidad social y la paz y estigmatizando a mujeres, minorías, migrantes y refugiados.

“Cuando las personas son atacadas, física, verbalmente o en las redes sociales, a causa de su raza, religión u origen étnico, empequeñece a toda la sociedad”, destacó.

Firma del pacto contra el extremismo

Es justamente en esta situación donde el conjunto de la sociedad debe jugar un destacado papel reparando fisuras y acabando con la polarización, un rol muy importante que pueden desempeñar los líderes religiosos.     

“Por eso fue tan alentador ver al Gran Imán de al-Azhar, Sheikh Ahmed el-Tayeb, y al Papa Francisco reunirse en Abu Dhabi en febrero en una muestra de hermandad interreligiosa”, recordó Guterres en relación a la firma de un documento para combatir el extremismo por parte de las dos autoridades religiosas.

El “Documento sobre la hermandad humana por la paz mundial y la convivencia común” hace un llamamiento a los líderes religiosos y políticos a poner fin a las guerras, los conflictos y el deterioro del medio ambiente.

Guterres destacó que el texto es un magnífico ejemplo de “respeto mutuo, tolerancia, compasión y paz, dado al mundo por los dos grandes líderes religiosos”.

“Como dijo el Gran Imán, los musulmanes han pagado un alto precio por las acciones de "un puñado de criminales". También subrayó que "todas las religiones están de acuerdo en que Dios prohíbe matar"”.

El Secretario General recordó que no hay justificación para el terrorismo, y que se vuelve “especialmente detestable cuando se invoca la religión”.

Junto a todas estas apelaciones recordó que el documento llama a cristianos y musulmanes a respetarse mutuamente y a trabajar conjuntamente por el bien de la humanidad.

Del mismo modo, señaló que las Naciones Unidas “harán todo lo posible” para difundir el texto y que “llegue a todas partes y sea visto por todo el mundo”.

Fomentar la comprensión e invertir en diversidad

“Para vivir en un mundo pacífico, debemos fomentar la comprensión mutua e invertir para que la diversidad sea un éxito. Como dijo el profeta Mahoma, la paz sea con él: ‘Ninguno de vosotros creerá de verdad hasta que no desee para su hermano lo que desea para sí mismo’", dijo.

Al mismo tiempo, Guterres destacó la importancia de oponerse y rechazar a las personalidades políticas y religiosas que explotan las diferencias y preguntarnos el motivo por el cual “tantas personas se sienten excluidas y tentadas por mensajes extremos de intolerancia de unos contra otros”.

“En definitiva, todos debemos trabajar juntos por nuestro bien colectivo”, destacó.

El Secretario General cerró su intervención recalcando la importancia de encontrar los lazos comunes “enfoquémonos en lo que nos une y trabajemos juntos por un futuro mejor para todos, en todas partes”, por encima de los elementos discordantes “en lugar de centrarnos en nuestras diferencias”.

“Sí, tenemos diferentes creencias, culturas e historias, pero todos estamos conectados por nuestra humanidad”, recalcó.