Tanzania: ACNUR solicita apoyo internacional para la reintegración de refugiados en sus países

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, habla con una mujer y su bebé durante su visita oficial al campo de refugiados de Nyarugusu en el Distrito de Kasulu, al oeste de Tanzania, el 7 de febrero de 2019.
ACNUR/Georgina Goodwin
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, habla con una mujer y su bebé durante su visita oficial al campo de refugiados de Nyarugusu en el Distrito de Kasulu, al oeste de Tanzania, el 7 de febrero de 2019.

Tanzania: ACNUR solicita apoyo internacional para la reintegración de refugiados en sus países

Migrantes y refugiados

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados solicitó este viernes mayores inversiones económicas en las áreas del noroeste de Tanzania que acogen actualmente a unos 330.000 refugiados. Filippo Grandi finalizó este viernes una visita de cuatro días al país africano.

Durante el encuentro que mantuvo con el presidente del país, John Joseph Magufuli, Grandi destacó que Tanzania es una nación con una “larga tradición” de asilo para refugiados que huyen de conflictos o persecución, como lo demuestra la nacionalización de 162.000 burundeses desde el año 1972, y que “merece un mayor reconocimiento internacional”.

El Alto Comisionado prometió movilizar mayor asistencia para proyectos de ayuda humanitaria, para el desarrollo de las comunidades de acogida y para la mejora de la seguridad de los campamentos.

Además, respaldará los proyectos medioambientales como el abastecimiento de fuentes de energía alternativas a la leña.

Seguridad para los refugiados

En los encuentros que mantuvo con representantes gubernamentales, sostuvo que el retorno de refugiados solo se produce cuando estos consideran que su regreso al hogar es seguro y reciben el apoyo necesario para ello.

Pese a que casi 58.000 refugiados burundeses recibieron asistencia para regresar a su país durante los dos últimos años, ACNUR apuntó que en algunos casos el retorno tuvo que ver con presiones gubernamentales, que incluyeron las restricciones a la libertad de circulación o la falta de acceso a las oportunidades de subsistencia.

Grandi mostró la predisposición de ACNUR a colaborar en el proceso de retorno y recordó “las condiciones inciertas” que se viven “tanto en la República Democrática del Congo como en Burundi”.

"Es importante que nadie sea obligado a regresar, que la repatriación siga siendo un ejercicio voluntario", destacó. Asimismo, pidió un mayor apoyo internacional que garantice la reintegración exitosa de los refugiados en sus países de origen y señaló que los actuales paquetes de retorno y la capacidad de seguimiento de los retornados en Burundi son insuficientes.

Tanzania, en favor de la paz

El Alto Comisionado también resaltó que Tanzania es “un país estable en una región problemática” y elogió su función de pacificador regional, instando a sus dirigentes a continuar sus esfuerzos en favor de la paz.

En este apartado, se reunió en la ciudad de Dar es Salaam con Benjamin William Mkapa, facilitador de la Comunidad de África Oriental en el Proceso de Diálogo Interburundés, a quien exhortó a mantener los esfuerzos de mediación.

Por su parte, Mkapa consideró que, pese a los progresos en materia de seguridad, son preocupantes el estancamiento del proceso y la continua parálisis política. Señaló que el diálogo entre las partes interesadas es la única vía para salir de la crisis actual y para que las elecciones previstas para el año 2020 sean libres, justas e inclusivas.

La crisis actual en Burundi comenzó en abril de 2015, cuando el presidente Pierre Nkurunziza inició su campaña a favor de un controvertido tercer mandato y desencadenó así una oleada de protestas y un fallido intento de golpe de Estado.

Según las cifras de ACNUR, el 74% de los refugiados y solicitantes de asilo en Tanzania son de Burundi y el 26% restante de la República Democrática del Congo. La gran mayoría vive en campamentos cercanos a las zonas fronterizas, y muchos de ellos han estado allí durante décadas. 

Por último, Grandi elogió a Tanzania por su apoyo al Pacto Mundial para los Refugiados y pidió una mayor autonomía para estas personas, una medida que también serviría para “estimular las economías locales y ofrecer oportunidades a las comunidades de acogida”.