Más de 250 civiles son ejecutados en una localidad de República Democrática del Congo
La investigación se basó en una serie de entrevistas conducidas por un equipo de Naciones Unidas a 96 personas que huyeron de la conflictiva región congoleña en dirección a Angola.
Los entrevistados manifestaron que las fuerzas de seguridad locales fomentaron y ocasionalmente perpetraron actos violentos contra determinados grupos étnicos.
El equipo de Naciones Unidas fue testigo de las graves heridas y mutilaciones que habían sufrido los supervivientes, entre ellas, la de un niño de siete años con la cara desfigurada y varios dedos cortados.
Por su parte, la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) identificó por lo menos 80 fosas comunes en la región de Kasai.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, llamó al gobierno de la República Democrática del Congo a tomar todas las medidas necesarias para proteger a las personas en la región de Kasai, independientemente del grupo étnico al que pertenezcan.
El conflicto en esta región se inició hace aproximadamente un año y enfrenta a una milicia local con las tropas gubernamentales, situación que ha provocado el desplazamiento de más de un millón de personas.