La economía global crecerá 2,7% en 2017, según el Banco Mundial

Trabajadores de la construcción. Foto: Banco Mundial/Shynar Jetpissova
Trabajadores de la construcción. Foto: Banco Mundial/Shynar Jetpissova

La economía global crecerá 2,7% en 2017, según el Banco Mundial

El repunte de las manufacturas y el comercio fortalecerá el crecimiento económico global, que este año alcanzará 2,7%, según las proyecciones más recientes del Banco Mundial.

La institución financiera consideró que el aumento de la confianza del mercado y la estabilización de los precios de los productos básicos permitirán restablecer el crecimiento de las economías en desarrollo y en los mercados emergentes exportadores de materias primas.

El informe de perspectivas económicas correspondiente a junio prevé que las economías industrializadas avanzarán un 1,9%, lo que beneficiaría también a los socios comerciales de esos países.

El Banco Mundial estima que América Latina y el Caribe crecerán 0,8%, a medida que Brasil y Argentina salgan de la recesión y el aumento de los precios de los bienes básicos favorezca a los exportadores de productos agrícolas y energía. En México, el avance disminuirá a 1,8% debido a la contracción de las inversiones provenientes de las incertidumbre en torno a la política de Estados Unidos.

El estudio señala, por otra parte, que los mercados emergentes y las economías en desarrollo en su conjunto crecerán 4,1% para fin de año, lo que daría un impulso a la actividad económica en general en 2018.

El Banco Mundial advirtió, no obstante, que existen riesgos importantes, entre los que destaca la implementación de nuevas restricciones y la incertidumbre normativa, que podría debilitar la confianza y las inversiones.

Subraya, asimismo, el aumento del endeudamiento y los déficit de los mercados emergentes y en desarrollo y alerta sobre el empeoramiento del equilibrio fiscal en esos países.

El director del Grupo de Análisis de las Perspectivas del Banco Mundial, Ayhan Kose, afirmó que “es el momento en que los mercados emergentes y las economías en desarrollo tienen que evaluar sus vulnerabilidades y consolidar las políticas que permitan amortiguar los efectos adversos de las crisis”.