La pena de muerte se aplica de forma desproporcionada contra las minorías, destaca Ban

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La pena de muerte se aplica de forma desproporcionada contra las minorías, destaca Ban

Tomar la vida de un ser humano es irreversible y constituye la negación más extrema de humanidad, afirmó hoy el Secretario General de la ONU en un evento de alto nivel sobre las víctimas de la pena de muerte.

El encuentro tuvo lugar en los márgenes de la 71ª Asamblea General y fue copatrocinado por las Misiones de Argentina, Francia e Italia ante Naciones Unidas, además de contar con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

“La pena de muerte no se aplica correctamente. Se usa de manera desproporcionada contra las minorías. Las probabilidades están en contra de los que son pobres y marginados. Esas personas no pueden obtener representación legal, lo que significa que a menudo son sentenciadas a muerte”, lamentó Ban Ki-moon, y subrayó que cualquiera podría darse cuenta de que eso está mal.

El Secretario General urgió a los líderes mundiales a detener esas ejecuciones y a abolir tan extrema condena.

En la ocasión, la Oficina de Derechos Humanos presentó un libro sobre el impacto que esa sentencia tiene sobre las víctimas y señaló que tiene un efecto desproporcionado en la salud mental de los afectados en comparación con otro tipo de castigos.

Explicó que se considera víctima a los condenados erróneamente, así como los afectados por la falta de respeto a las garantías del debido proceso, al igual que a quienes se les impone por crímenes menos severos.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, cerró el encuentro haciendo referencia al caso de Singapur, donde la pena capital sigue vigente.

“Mientras seamos humanos nunca estaremos libres de errores. Considero que incluso el sistema judicial de Singapur no puede considerarse 100% libre de errores. Es imposible sostener ese argumento”, dijo Zeid.