Ban aboga por la inclusión, el respeto y la dignidad de los refugiados y migrantes

Los migrantes y refugiados merecen respeto y dignidad, dice Ban. Foto de archivo: ACNUR/Will Swanson
Los migrantes y refugiados merecen respeto y dignidad, dice Ban. Foto de archivo: ACNUR/Will Swanson

Ban aboga por la inclusión, el respeto y la dignidad de los refugiados y migrantes

Entre los temas de la actualidad mundial no hay una cuestión tan susceptible a las manipulaciones de la retórica demagoga como la de los refugiados y los migrantes, afirma el Secretario General de la ONU en un artículo de opinión publicado hoy en el diario The Boston Globe.

Ban Ki-moon subraya que si bien los desplazamientos de población han existido siempre, hoy hay más gente desarraigada que nunca y las reacciones irresponsables al fenómeno han generado una creciente xenofobia que a menudo desencadena en violencia.

Para enfrentar esa situación, continúa Ban, la ONU celebrará la semana entrante una Cumbre sobre Refugiados y Migrantes a la que asistirán altos mandatarios para tratar el tema por primera vez.

De ese cónclave surgirá la Declaración de Nueva York, un documento que deberá plasmar los esfuerzos internacionales por mejorar las condiciones de vida de la gente de tal manera que nadie se vea obligado a abandonar su hogar, señala.

Además, deberá defender los valores más preciados de la humanidad para que quienes huyen con la intención de salvar su vida cuenten con protección y no sean discriminados al llegar a un lugar seguro.

“Es mucho lo que está en juego. Hay 244 millones de migrantes en el mundo. Más de 65 millones de personas han sido desplazadas a la fuerza, la mitad de ellos, niños”, apunta el titular de la ONU.

Sin embargo, las vías legales son escasas, y los traficantes de personas se aprovechan de la situación cobrando sumas exorbitantes a cambio de una peligrosa oportunidad de escapar.

Ante este panorama, Ban apela a la solidaridad de todos los países destacando que el 86% de los refugiados está en naciones en desarrollo que no reciben ayuda suficiente para afrontar la situación.

Recuerda, asimismo, que las alternativas de reasentamiento son escasas y apunta que aunque en 2015 se determinó que había cerca de un millón de personas que necesitaban reasentarse, sólo se logró trasladar a poco más de 100.000.

Por otra parte, sostiene que los refugiados y los migrantes pueden beneficiar tanto a sus sociedades adoptivas como a sus países de origen, una vertiente que no debería perderse de vista.

Todo el género humano va en el mismo barco. Si utilizamos a las minorías como chivos expiatorios no conseguiremos más que aumentar los riesgos para todos, lo más acertado es aumentar los compromisos y construir un futuro digno para todas las personas del planeta, concluye Ban.