La inversión extranjera en América Latina y el Caribe disminuyó un 9% en 2015

Entre 2011 y 2030 la demanda energética en América Latina aumentará un 80%. En la imagen, la hidroeléctrica de Itaipu, en Paraguay, una fuente de energía limpia y renovable. Foto: ONU/Evan Schneide
Entre 2011 y 2030 la demanda energética en América Latina aumentará un 80%. En la imagen, la hidroeléctrica de Itaipu, en Paraguay, una fuente de energía limpia y renovable. Foto: ONU/Evan Schneide

La inversión extranjera en América Latina y el Caribe disminuyó un 9% en 2015

La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe disminuyó un 9% en 2015 en comparación con 2014, superando los 179.000 millones de dólares, el nivel más bajo desde 2010, informó este miércoles la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Esa caída responde a una disminución de los ingresos de ese tipo en materia de recursos naturales, principalmente en la minería y los hidrocarburos, así como la desaceleración del crecimiento económico, especialmente en Brasil, explicó el organismo.

En 2015, Estados Unidos fue nuevamente el principal inversor en la región, con casi un 26% de esos negocios, seguido de los Países Bajos con cerca de un16% y de España con un 11,8%.

En su informe anual sobre el tema, la CEPAL señaló que las proyecciones para 2016 auguran niveles aún más bajos que los años anteriores y alcanzaría hasta un 8%.

No obstante, esta fuente de ingresos seguirá siendo de importancia vital para las economías de la región, por lo que la Comisión llamó a emprender acciones que atraigan con urgencia esos flujos de capital.

Uno de los sectores recomendados son las energías renovables y otros proyectos medioambientales.

“Con políticas activas e integradas, los países de la región pueden aprovechar estos flujos para diversificar sus economías, potencia la innovación e incorporar tecnología”, indicó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL durante la presentación del informe en una conferencia de prensa Santiago de Chile.

El descenso registrado en la región contrasta con el dinamismo a nivel global, señala el documento. El año pasado estos dineros aumentaron un 36% en el mundo y alcanzaron los 1.700 millones de dólares.