UNESCO repudia los asesinatos de cuatro periodistas sirios
Irina Bokova condenó el crimen, al igual que los asesinatos de tres comunicadores sirios más: Naji Jerf, Zakaria Ibrahim y Batoul Mokhles al-Warrar. Todos los homicidios ocurrieron hace por lo menos un mes, pero no habían sido confirmados hasta ahora.
En sendos comunicados, Bokova rindió tributo al valor de los periodistas sirios para defender los derechos humanos y las libertades fundamentales en las más difíciles circunstancias.
De Ruqia Hassan destacó su desafío “a la campaña brutal que los extremistas violentos llevan a cabo para suprimir la libertad de las personas a pensar, hablar y actuar”.
Hassan fue secuestrada en julio pasado y muerta en septiembre.
Naji Jerf era el fundador y director de un portal que denunciaba los abusos de derechos humanos en Siria y había producido varios documentales sobre el conflicto en ese país. Fue asesinado en Turquía a fines de 2012.
Zakaria Ibrahim murió en Taldou, en la provincia siria de Homs, donde filmaba los enfrentamientos armados el 1 de diciembre pasado para la cadena Al-Jazeera.
Batoul Mokhles al Warrar, reportero de radio y televisión, murió en Damasco cuando fue alcanzado por fuego de mortero el 3 de noviembre.
La directora de la UNESCO recordó que las Convenciones de Ginebra estipulan que los periodistas deben ser tratados como civiles en los conflictos armados y advirtió que quienes no lo hagan serán procesados por la justicia en Siria.