La situación humanitaria en Sudán del Sur es profundamente desgarradora, según jefe de OCHA

Desplazados refugiados en la base de la Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS). Foto: UNICEF/Kate Holt.
Desplazados refugiados en la base de la Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS). Foto: UNICEF/Kate Holt.

La situación humanitaria en Sudán del Sur es profundamente desgarradora, según jefe de OCHA

La situación humanitaria en Sudán del Sur continua deteriorándose bruscamente con más de 2 millones de desplazados debido al conflicto, un aumento de 200.000 mil desde principios de año, indicó este martes el Secretario General Adjunto de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Stephen O’Brien informó al Consejo de Seguridad sobre su reciente visita a Sudán del Sur para evaluar la crisis humanitaria.

Durante la misión, emprendida del 22 al 25 de julio, el coordinador de OCHA se reunió con civiles afectados y observó de primera mano el impacto de más de 20 meses de brutales enfrentamientos.

O’Brien calificó esa experiencia como profundamente desgarradora.

“Estoy muy preocupado por las atrocidades que se siguen reportando. El nivel de crueldad que ha caracterizado a los ataques contra la población civil sugiere un odio profundo que va más allá de las diferencias políticas. Las denuncias incluyen asesinatos desenfrenados, violaciones, saqueos, secuestros, desplazamiento forzado e incluso actos horribles como la quema de personas en el interior de sus viviendas. Existen evidencias de ataques étnicos deliberados y de represalias contra mujeres y niñas”, detalló el coordinador humanitario.

Stephen O’Brien también expresó preocupación por la seguridad de los trabajadores humanitarios y destacó que al menos 29 han sido asesinados desde el inicio del conflicto, además de muchos otros que han sido heridos o secuestrados.

Para abordar esos desafíos, O’Brien pidió a la comunidad internacional enfocarse en cuatro áreas prioritarias, incluido un acuerdo de paz duradero, el refuerzo de un llamado a las partes para proteger a los civiles, además de colaboración para permitir la respuesta humanitaria, y finalmente, la disponibilidad de fondos suficientes para las operaciones de asistencia.