Experta urge a Brasil a no desalojar a indígenas guaraníes y kaiowá de sus tierras

Experta urge a Brasil a no desalojar a indígenas guaraníes y kaiowá de sus tierras

La elatora de la ONU sobre derechos de los pueblos indígenas,Victoria Tauli-Corpuz  Foto de archivo: ONU/Paulo Filgueiras
La relatora especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas urgió hoy al gobierno de Brasil a garantizar que se respeten plenamente los derechos humanos de los guaraníes y kaiowá, y que sus comunidades no sean desalojadas de sus tierras tradicionales.

Victoria Tauli-Corpuz hizo el llamamiento ante las informaciones que indican que la policía podría desahuciar por la fuerza a los indígenas guaraníes y kaiowá de sus tierras en el estado de Mato Groso del Sur, al oeste del país.

En el área viven uno 6.000 indígenas que se niegan a salir de sus tierras y han advertido que resistirán “hasta la muerte” el desalojo.

De acuerdo con la información de la experta, el sábado pasado llegaron a las comunidades indígenas numerosos contingentes de la policía civil y los residentes de esas tierras temen que hayan sido enviados para implementar las órdenes de desahucio emitidas en julio por los Tribunales Federales.

Tauli-Corpuz subrayó que en ningún caso los pueblos indígenas deben ser obligados a dejar sus territorios.

“Ninguna reubicación debe llevarse a cabo sin el consentimiento previo, libre e informado de las comunidades incumbentes y después de un acuerdo y compensación justa. Además, cuando sea possible, deben tener la opción de regresar”, apuntó.

La relatora expresó preocupación por la integridad de las comunidades afectadas dado el entorno de inseguridad imperante en Mato Groso del Sur.

Asimismo, mencionó los asuntos sin resolver concernientes a la propiedad de las tierras tradicionales y el patrón de violencia que rodea la cuestión.

Los guaraníes y kaiowá llevan décadas de lucha para recobrar sus derechos sobre tierras ancestrales que se encuentran ahora bajo el control de ocupantes no indígenas. Esta situación ha dado lugar a ataques violentos contra esas comunidades, en los que de 2003 a la fecha han sido asesinados 290 indígenas, entre ellos algunos de sus líderes.