La ONU condena otro atentado mortal contra cascos azules en Mali
El Consejo de Seguridad y el Secretario General de la ONU expresaron su condena e indignación ante un nuevo atentando contra la Misión de la ONU en Mali (MINUSMA), en el que murió un casco azul de Senegal y otro resultó herido.
Ban Ki-moon resaltó en un comunicado que el ataque al campamento de Kidal, ocurrido el martes, es el segundo que sufre la MINUSMA en cinco días, y eleva a 31 el número de soldados de mantenimiento de la paz asesinados en ese país desde el 1 de julio del pasado año. Además, 91 cascos azules, han resultado heridos en ese periodo.
En esta ocasión, un grupo de atacantes lanzaron seis artefactos explosivos contra el campamento de la MINUSMA.
Los quince miembros del Consejo de Seguridad, reiteraron también en un comunicado su pleno respaldo a las fuerzas de la Misión de la ONU y a las tropas francesas que la apoyan y rindieron tributo al contingente senegalés que participa en ella.
El Consejo subrayó que los ataques contra cascos azules pueden constituir crímenes de guerra y contra el derecho internacional.
El titular de la ONU y el Consejo de Seguridad expresaron sus más profundas condolencias a la familia del casco azul asesinado y al gobierno y al pueblo de Senegal.
El órgano decisorio de la ONU abordó este miércoles la situación en Mali y la labor de la MINUSMA en ese país.
El titular del departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, Hervé Ladsous, explicó hoy al Consejo que la situación de seguridad en Mali es preocupante y las bajas que está registrando la MINUSMA son de las mas altas en operaciones de ese tipo.
Agregó que los ataques contra esa Misión de la ONU se han incrementado de forma considerable en los últimos tres meses, debido a una combinación de factores. Entre ellos, la reducción de la presencia de tropas francesas en el norte de Mali y la desaparición de tropas malienses en muchas zonas también.
“Eso ha creado una situación en la que la MINUSMA representa la principal presencia extranjera sobre el terreno y por tanto nos convierte en el objetivo de todos estos saboteadores, -extremistas, jihadistas, traficantes-que quisieran tener espacio sólo para ellos y así realizar sus nefastas actividades”, manifestó Ladsous en una intervención vía videoconferencia desde Bamako, la capital de Mali.
“Es una situación en la que no estamos más en un torno de mantenimiento de la paz y nos corresponde tomar una serie de medidas para hacer frente a esa asimetricas amenazas”, agregó.