Afganistán: la ONU condena con firmeza los últimos atentados terroristas
En la capital afgana, los atacantes detonaron por control remoto un explosivo cuando pasaba un autobús con trabajadores del gobierno, causando la muerte a dos de ellos e hiriendo a cinco más. El Talibán se adjudicó el atentado.
Por otra parte, en la localidad de Urgun, en Paktika, al sureste del país, un suicida hizo estallar un coche bomba en un concurrido mercado. Al menos 43 civiles murieron y más de 70 quedaron heridos. El Talibán negó cualquier nexo con ese asalto.
En un comunicado del portavoz de Ban Ki-moon se señaló que los ataques a civiles en esa área durante el mes sagrado del Ramadán “es un acto criminal repudiable” y son consideradas violaciones graves del derecho humanitario internacional.
El Secretario General elogió una vez más la valentía y la resistencia del pueblo afgano, que ha participado en dos rondas electorales como muestra clara de su rechazo a la violencia y que sigue trabajando hacia un futuro más próspero y pacífico.
El representante especial de la ONU en Afganistán, Ján Kubiš, subrayó que los civiles deben poder hacer su vida cotidiana sin temores y sin el peligro de tan terrible violencia.
Kubiš instó a las autoridades a investigar ambos atentados y a presentar ante la justicia a los responsables.
Asimismo, reiteró su llamado al Talibán a cesar de inmediato los ataques a civiles y le recordó que el uso indiscriminado de artefactos explosivos improvisados puede considerarse crimen de guerra.