PNUMA e INTERPOL evalúan impacto de delitos ambientales en seguridad y desarrollo
En una reunión en Nairobi, los organismos estudian los efectos de esas actividades delictivas con la intención de delinear estrategias que fortalezcan su combate.
Los crímenes ambientales van desde el comercio ilegal de animales silvestres y maderas hasta el contrabando de sustancias que agotan la capa de ozono o la práctica de pesca ilegal, explicaron los organismos.
El secretario ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, recordó que esos delitos afectan a todos los sectores de la sociedad y a menudo están vinculados con la explotación de las comunidades más pobres, los abusos de los derechos humanos, la violencia, los conflictos, el lavado de dinero, la corrupción y las redes de crimen organizado internacional.
Sólo el comercio ilegal de animales genera de 15.000 a 20.000 millones de dólares al año, lo que lo coloca como actividad ilícita únicamente detrás del narcotráfico, la trata y el comercio de armas.
“Por eso estamos aquí en Nairobi, por eso nos complace ver a la INTERPOL, el PNUMA y otras agencias de la ONU tratando el tema en el corazón de África, en la capital ambiental del mundo y, con suerte, de aquí conseguiremos ir más lejos y reforzar la acción internacional”, apuntó Steiner.
Agregó que esas actividades delictivas podrían estar financiando el terrorismo y otros flagelos en diferentes partes del mundo.
Steiner explicó que INTERPOL, en conjunto con organismos de la ONU como la Oficina contra las Drogas y el Delito (UNODC), lidera la respuesta a ese fenómeno, mientras que el PNUMA apoya su trabajo y promueve la legislación protectora del medio ambiente y su sustentabilidad.