FAO prevé pronta extinción de peste bovina

FAO prevé pronta extinción de peste bovina

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La peste bovina –una de las enfermedades animales más devastadoras que se conocen – podría ser declarada oficialmente extinta muy pronto, informó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Ésta sería la primera vez en la historia que el hombre podría erradicar una enfermedad animal.

El logro llega tras décadas de trabajo intenso liderado por la FAO para aislar a la peste bovina en sus últimos y escasos reductos y luego eliminarla definitivamente.

La peste bovina no afecta directamente a los humanos pero es letal para el ganado y los animales ungulados de los que depende mucha gente para obtener alimentos, ingresos y fuerza de tiro. Los índices de mortalidad durante los brotes pueden alcanzar el 100%.

Causada por un virus y propagada por contacto y a través de materiales contaminados, la peste bovina ha acabado con millones de vacas, búfalos, yaks y sus parientes silvestres, causando cuantiosas pérdidas económicas y contribuyendo durante milenios a las hambrunas y a las revueltas sociales.

Llevada de Asia a Europa por tribus invasoras, los brotes de peste bovina golpearon el Imperio Romano hacia el 376-386 de nuestra era y se supone que desempeñaron un papel importante en su declive y posterior colapso.

Aunque algunos países hicieron progresos durante el siglo XX en la lucha contra la peste bovina en sus propios territorios, la enfermedad sobrevivió y se mantuvo en otros, creando reservorios desde los cuales se propagaba con regularidad.

Con el desarrollo de una nueva vacuna, desde 1960 se hicieron esfuerzos para combatir la enfermedad a gran escala a través de varias campañas regionales. Aunque satisfactorios en un primer momento, estos programas fueron suspendidos demasiado pronto, permitiendo que la enfermedad regresara en con fuerza.

Desde finales de la década de 1980, la FAO comenzó a mantener una serie de encuentros regulares con expertos en sanidad animal de todo el mundo, así como con organizaciones internacionales clave.

Así, en 1994 y tras una serie de consultas con expertos de todo el mundo, se lanzó el Programa mundial de erradicación de la peste bovina.

Las actividades incluyeron: enseñar a los campesinos a reconocer e informar de la enfermedad, establecer planes de respuesta ante las emergencias, protocolos de bioseguridad y programas nacionales de control y vigilancia; formar veterinarios para el diseño e implementación de campañas para la recogida de muestras de sangre que estuvieran acompañadas de vigilancia clínica y el establecimiento de laboratorios.

A principios de 2000, el virus de la peste bovina se limitaba a partes del “ecosistema somalí”, un área que cubre el sur de Somalia y zonas adyacentes de Etiopia y Kenia, donde su huella podría todavía encontrarse en el flujo sanguíneo de ciertas poblaciones animales. El último brote de la enfermedad se registró en Kenia en 2001.

Hoy parece que el último reservorio de la peste ha sido eliminado, abriendo la puerta para certificar la total erradicación de la peste bovina a nivel mundial. La FAO se ha comprometido a completar las últimas actividades de control para el año próximo, en alianza con la OIE y todos las partes implicadas.