Enviado de la ONU viaja a Somalia

El enviado especial humanitario de la ONU, Abdul Aziz Arrukban, viajó a Somalia, donde observó las precarias condiciones de vida de la población en la región centro-sur del país e instó al mundo musulmán a mostrar su solidaridad hacia este pueblo.

“Es urgente aumentar y acelerar nuestro apoyo a los somalíes. La conciencia colectiva nos pide tomar medidas. Hoy, a punto de iniciar el mes del Ramadán, exhorto a la comunidad internacional y a la comunidad musullmana en especial a cumplir con el deber moral y religioso de ayudar al pueblo somalí”, recalcó Arrukban.

Esta semana, la ONU informó que una nueva evaluación de seguridad alimentaria afirmó que Somalia vive la peor situación humanitaria en 17 años y colocó en 3,2 millones (o 43% de la población) el número de personas que requieren asistencia de emergencia.

“En Somalia pude ver el efecto devastador de la sequía, el conflicto armado y el alza de los precios de los alimentos”, dijo el enviado y agregó que las familias están desesperadas ante la escasez de comida.

Señaló que las mujeres y los niños se encuentran entre los grupos de población más afectados.

Por otra parte, Arrukban indicó que si bien las agencias humanitarias internacionales están presentes, es muy difícil asistir a los somalíes en vista de la inseguridad que impera en el terreno.

Al concluir su visita a Somalia, el enviado se dirigió al noreste de Kenya, país que ha cerrado oficialmente su frontera para evitar la entrada de más somalíes en busca de asilo.

Actualmente, los campamentos de refugiados de esta región albergan a casi 200.000 somalíes.