ACNUR encomia convención sobre bombas de racimo

ACNUR encomia convención sobre bombas de racimo

La Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) acogió con satisfacción la adopción en Dublín de la convención que prohíbe las bombas de racimo.

El representante del ACNUR en Irlanda, Manuel Jordão, señaló que este instrumento es de particular importancia para el organismo porque después de los conflictos, los desplazados y los refugiados pueden estar expuestos a los remanentes de ese armamento.

Las bombas de racimo contienen cientos de submuniciones que se dispersan en un área muy extensa y algunas de ellas no estallan al impactar. Esto crea campos minados que pueden matar o mutilar a la gente durante muchos años después del conflicto.

Las víctimas más vulnerables son los niños, porque las pueden confundir con juguetes.

Jordão destacó que estos explosivos limitan los movimientos de los civiles, restringen la economía y el desarrollo social, impiden la rehabilitación y la reconstrucción.

Sostuvo que los esfuerzos internacionales deben enfocarse a la limpieza de las áreas minadas para que las poblaciones afectadas puedan seguir adelante con sus vidas.