Georgia sufre peste porcina africana, reporta la FAO

Georgia sufre peste porcina africana, reporta la FAO

Georgia se ha visto afectada por la peste porcina africana, una enfermedad de efectos devastadores que podría también amenazar a los países vecinos, según informó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

La peste porcina africana es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a los cerdos, provocándoles fiebre y una alta mortalidad. Sin embargo, no afecta a las personas.

“Se trata de un hecho muy grave en la expansión a nivel internacional de la peste porcina africana, que había quedado casi totalmente confinada al África subsahariana desde 1990”, señaló Jan Slingenbergh, experto en sanidad animal de la FAO.

La enfermedad tiene efectos catastróficos en la producción porcina comercial y a pequeña escala, y graves consecuencias socioeconómicas en los medios de subsistencia de la población rural. Se trata de una enfermedad animal transfronteriza con el potencial de propagarse a nivel internacional. No existe una vacuna eficaz, y el sacrificio de animales es la única solución.

Según han informado las autoridades de Georgia, los brotes se iniciaron a finales del pasado abril en diez regiones del país. Ya se han sacrificado 20.000 cerdos en granjas, en las aldeas y en explotaciones comerciales.

La población porcina en Georgia es de cerca de medio millón de animales, repartidos en explotaciones comerciales y granjas familiares.

“La aparición de la peste porcina es motivo de gran preocupación para Georgia y sus países vecinos”, aseguró Slingenbergh.

“La tardanza en la detección del virus ha supuesto un prolongado periodo de riesgo en el que la enfermedad pasó desapercibida y el virus puede haberse desplazado a los países vecinos. Armenia, Azerbaiyán y la Federación Rusa deberían estar en estado de máxima alerta”, añadió.

Es probable que el virus haya entrado en Georgia a través de la importación de carne de cerdo congelada o elaborada. En el pasado se buscado el origen de la infección en la práctica de algunos países de alimentar a los cerdos con aguas residuales, en particular las procedentes de aviones y barcos.

La Unión Europea, la Organización Mundial de Sanidad Animal y la FAO van a enviar de forma conjunta a un equipo de expertos a Georgia en los próximos días para evaluar la situación y aconsejar al gobierno del país caucásico sobre las medidas inmediatas necesarias para detener la enfermedad.