OPS pugna por eliminación de grasas trans en continente americano

OPS pugna por eliminación de grasas trans en continente americano

Expertos en nutrición y salud pública convocados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), hicieron hoy un llamado a eliminar las grasas trans de los alimentos producidos por la industria en todos los países del continente americano.

Los efectos negativos de las grasas trans producen altas tasas de enfermedades cardiovasculares, que derivan en infartos y derrames cerebrales, muchas veces mortales, y son completamente evitables con una buena educación e información, señaló el Dr. Ricardo Uauy, presidente del grupo de trabajo OPS dedicado al estudio de estos ácidos grasos.

El organismo instó a la opinión pública a detener el consumo de alimentos que contengan grasas trans. “Hace cien años no había grasas trans en la alimentación”, explicó Uauy.

Un informe divulgado en Santiago de Chile citó “pruebas concluyentes” de que el consumo de ácidos grasos insaturados o grasas trans, aumenta el riesgo de cardiopatía coronaria y posiblemente también de muerte súbita de origen cardíaco y de diabetes mellitus.

Una reducción del consumo de grasas trans de apenas 2% a 4% del total de calorías evitaría entre 30.000 y 225.000 ataques cardíacos en América Latina y el Caribe, dice el informe.

Las grasas trans se encuentran principalmente en los alimentos que contienen aceites parcialmente hidrogenados, cuya textura y tiempo de conservación prolongado los hace atractivos para la industria procesadora de alimentos, pero que tienen efectos perjudiciales para la salud humana.

Varios países ya han empezado a tomar medidas para reducir o eliminar las grasas trans producidas en la industria. El año pasado, Dinamarca aprobó leyes que limitan las grasas trans a 2% del total de grasa en todos los alimentos vendidos en el país.

Por otra parte, en Canadá y Estados Unidos es obligatorio que en las etiquetas de los alimentos procesados se indique si contienen grasas trans. Entretanto, en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Paraguay y Uruguay se están considerando propuestas para reducir el consumo de grasas trans por toda la población.