Relatora especial denuncia carácter universal de violencia contra la mujer

Relatora especial denuncia carácter universal de violencia contra la mujer

La relatora especial sobre la violencia contra la mujer, Yakin Ertürk, advirtió hoy que el maltrato a la mujer basado en patrones culturales tiene un carácter universal y afirmó que ninguna sociedad ha logrado la equidad de género.

En su primer informe al Consejo de Derechos Humanos, la experta abordó los paradigmas dominantes basados en la cultura que justifican o explican las violaciones de los derechos de las mujeres reduciendo la violencia contra la mujer a un problema cultural.

El estudio destacó el esfuerzo laborioso que a través del tiempo y muy distintas épocas, se ha logrado para la elaboración de un marco internacional sobre la violencia contra la mujer en relación con la cultura. Sin embargo, sostuvo que pese a que estas normas “establecen el derecho de la mujer a vivir sin someterse a la violencia de género los Estados no pueden invocar ningún discurso cultural para justificar o condonar cualquier acto de violencia”.

En este sentido, explicó que el problema comparte consideraciones históricas presentes en todas las culturas y civilizaciones.

“Aunque en muchas partes del mundo se ha registrado una desviación significativa de la norma universal de inequidad de género, no hay un solo país o sociedad que haya establecido plenamente la igualdad entre hombres y mujeres. En consecuencia, la violencia contra las mujeres, enraizada en la desigualdad de género, continúa siendo un fenómeno universal”, puntualizó.

Ertürk aseguró que los discursos de orden cultural respecto de los derechos de las mujeres se basan en diversos mitos que sirven para proteger los intereses de quienes monopolizan el derecho de hablar en nombre de determinadas culturas según sus preceptos.

“Estos mitos privilegian representaciones dominantes de la cultura pero al mismo tiempo niegan espacio a las voces de la comunidad que sostienen interpretaciones alternativas. También oscurecen la base material de la vida en la que se apoyan los reclamos culturales, dejando de lado las condiciones económicas y políticas que

sustentan la violacion de los derechos de la mujer”, dijo.

Por último, subrayó que las sociedades deben rechazar con firmeza y en conjunto todas las prácticas opresivas que se justifican y condonan en nombre de las culturas el atropello a los derechos de la mujer.