Trabajadores migrantes representan 3% de la fuerza laboral mundial, afirma la OIT

Trabajadores migrantes representan 3% de la fuerza laboral mundial, afirma la OIT

media:entermedia_image:b0d3c1ae-6ccd-4fd3-bae8-a797386ad39a
Los 90 millones de trabajadores migrantes del mundo representan el 3% de la fuerza laboral mundial, señaló un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) divulgado hoy.

El informe analiza las causas y efectos de la migración laboral y destaca que las experiencias de estos trabajadores son muy diversas: desde el recibimiento con alfombra roja para algunos programadores informáticos hasta la reclusión y deportación para ciertos trabajadores irregulares.

Según la OIT, el aumento de las diferencias demográficas, económicas y de otra índole entre los países permite augurar un incremento en la migración internacional en este siglo.

La migración alcanza grandes dimensiones. Por ejemplo, cerca de 10% de los 110 millones de personas que nacen en México emigra hacia Estados Unidos.

Este y otros países industrializados han respondido al incremento de migración legal e irregular con la expansión de controles fronterizos y el desarrollo de programas especiales para trabajadores inmigrantes en los años 90, muchos de los cuales tenían el objetivo de mantener sólo temporalmente a los trabajadores extranjeros.

“Los antiguos programas para trabajadores inmigrantes distribuían a los trabajadores en todo el mercado laboral bajo una serie de normas únicas, pero los nuevos programas buscan satisfacer las necesidades de mano de obra en sectores laborales específicos”, explicó Christiane Kuptsch, coautora del informe.

El libro cita el ejemplo de los programadores informáticos y otros profesionales que con frecuencia son estimulados a permanecer como inmigrantes, mientras que los trabajadores agrícolas y los trabajadores temporales son sometidos a normas que tienen la finalidad de reemplazarlos y hacerlos salir del país después de pocos meses.

Según el estudio, las remesas pueden reducir la pobreza y los incentivos para migrar. En la mitad de los años 90, estos envíos de dinero superaron los subsidios oficiales para el desarrollo y el Banco Mundial calcula que en los países en desarrollo alcanzaron 115.000 millones de dólares en 2003.

El incremento comercial entre los países de origen y los que reciben es una solución importante para resolver la migración indeseada, dice el estudio. Aunque el comercio y las inversiones con frecuencia parecen ser el camino más largo para el desarrollo que incite a permanecer en su país a las personas, el mundo no ha encontrado otra vía que asegure economías sostenibles y crecimiento del empleo.

El libro pone en evidencia la necesidad de diálogo sobre migración entre los países de origen, los de tránsito y los que reciben y plantea la pregunta sobre si este diálogo debería efectuarse en reuniones multilaterales, bilaterales o regionales.

Según la investigación, la OIT juega un papel clave en la ayuda a los gobiernos e interlocutores sociales para regular la migración laboral y proteger los trabajadores migrantes de manera que la migración sea una propuesta favorable tanto para los países de origen como para los de destino.