
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, advirtió hoy que el tráfico de personas sigue abordándose primordialmente como una cuestión de ley y orden, pese a que son evidentes las dimensiones de derechos humanos del problema.
En una conferencia de la región de Asia y el Pacífico que comenzó hoy en Beijing, Arbour destacó que con demasiada frecuencia se penaliza a las personas traficadas, como los inmigrantes ilegales o las prostitutas, cuando deberían recibir asistencia como víctimas.
La Alta Comisionada pidió que se fortalezcan las alianzas para combatir el tráfico de personas y señaló que la lidera los esfuerzos para combatir este grave abuso de los derechos humanos.
Según la ONU, dos millones y medio de mujeres y menores de edad son traficados cada año.
UNICEF está trabajando para lograr que los niños traficados regresen a sus familias y está elaborando planes de acción contra la explotación sexual de menores.