FAO, PMA y FIDA piden acción inmediata para lograr los Objetivos del Milenio

FAO, PMA y FIDA piden acción inmediata para lograr los Objetivos del Milenio

Tres organismos de Naciones Unidas pidieron hoy una acción inmediata tanto a los países desarrollados como a las naciones en desarrollo para lograr que se cumplan los Objetivos de la Cumbre del Milenio, que incluyen reducir a la mitad el hambre y la pobreza extrema para el 2015.

Jacques Diouf, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), James Morris, eirector ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), y Lennart Bage, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), hicieron pública una declaración conjunta en ocasión de la presentación en Roma del Informe sobre el Proyecto del Milenio.

“Los líderes y los directos interesados de los países más pobres deben dar los pasos necesarios para asegurar un buen gobierno y una planificación económica sólida. Le corresponde a la comunidad internacional aprontar con rapidez estrategias que los respalden”, afirmaron.

En un mundo que cuenta con recursos abundantes y puede producir alimentos suficientes para todos, la extensión del hambre no es sólo un ultraje moral, sino una demostración del fracaso colectivo de la comunidad internacional para elaborar políticas y programas con una visión de largo plazo, señalaron los organismos.

Agregaron que el costo de no emprender una acción urgente –en términos de vidas destrozadas, crecimiento económico paralizado y destrucción de recursos naturales irremplazables- es demasiado caro.

Más de 1.200 millones de personas, o una de cada cinco, viven todavía en condiciones de pobreza extrema, y más de 850 millones padecen hambre crónica, cifra que va en aumento tras una década donde la situación mejoró. Asimismo, más de cinco millones de niños mueren cada año por causas ligadas directamente con la nutrición.

Los responsables de la FAO, el PMA y el FIDA destacaron que la tercera parte de quienes viven en extrema pobreza, unos 900 millones de personas, habitan en zonas rurales y su sustento depende de la agricultura y de las actividades relacionadas.

Sin embargo, el porcentaje de inversión pública destinado a la agricultura y al desarrollo rural está muy lejos de responder a la importancia de este sector en la economía de muchos países en desarrollo. En la actualidad, sólo alrededor del 8% de la asistencia bilateral al desarrollo se destina al desarrollo rural.

Los tres organismos apuestan por una estrategia doble para combatir el hambre y la pobreza. “Por una parte, si se quiere crear una economía pujante donde las personas puedan valerse por sí mismas, es necesario que cuenten con los cimientos para un crecimiento sostenible a largo plazo, a saber: una buena infraestructura, una administración correcta de los recursos naturales, y un mejor acceso al empleo, a la educación, a la tierra, al agua, al crédito, a los servicios sociales y a organizaciones para los más necesitados”, explicaron.

Para ello, junto con la puesta en marcha de importantes reformas de las políticas, es necesario invertir en el aumento de la productividad, en instituciones de servicios y finanzas rurales y en el mercado.

Por otra parte, la ayuda directa, sostenida y bien dirigida es a menudo necesaria para alimentar a los que pasan hambre, prevenir las enfermedades, escolarizar a los niños, reconstruir las infraestructuras tambaleantes a causa de los conflictos armados y sanear los recursos naturales minados por decenios de explotación excesiva, puntualizaron las agencias de la ONU.