ONU celebra Día Mundial para la Prevención del Deterioro del Medio Ambiente por Guerras
Con este motivo, el PNUMA recordó que a lo largo de muchos países en desarrollo de la antigua Unión Soviética, los almacenes de productos químicos, los viejos reactores nucleares y las fábricas abandonadas constituyen auténticas bombas de tiempo para el entorno natural que les rodea.
Las reservas de agua, la tierra fértil y la pureza del aire están amenazadas y su control, junto con recursos naturales como el petróleo o la madera, pueden ser la causa de que dos países o comunidades se enfrenten.
Un informe elaborado por el PNUMA en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) hace hincapié en los riesgos medioambientales derivados de los conflictos armados.
El informe concluye con que en varios países del Cáucaso como Armenia, Azerbaiyán o Georgia, la degradación del medio ambiente es una amenaza para la seguridad de la zona al acentuar los odios y las rencillas entre distintas comunidades.
Una de las cuestiones que deben ser solucionadas urgentemente es el rápido y caótico crecimiento que han experimentado algunas ciudades a causa de la guerra, lo que ha dado lugar a una gestión de residuos, una red de agua y un transporte totalmente deficientes.
Otras zonas sensibles son la costa del Mar Negro, Osetia del Sur, los valles Ararat y Valk, el río Kura y la costa del Mar Caspio. La zona de los grandes lagos, en África, y Haití son otros ejemplos de cómo los conflictos armados han sido la causa de la destrucción del medio ambiente.
El PNUMA investiga a fondo las regiones afectadas por años de guerras para luego hacer una serie de recomendaciones y establecer líneas de trabajo.